Expertos en el cuidado de la salud y asistencia social desarrollaron un conjunto de métricas para llevar a cabo una efectiva estrategia de higiene y contención. Seguir la estrategia que propone el estudio tiene el potencial de atacar la incontinencia con políticas públicas reales.
Essity presentó el estudio en el marco del 7° Foro Global sobre la Incontinencia celebrado los días 17 y 18 de abril en la ciudad de Roma.
La incontinencia urinaria afecta hoy a aproximadamente el 6% de la población a nivel mundial. En nuestro país, según la última encuesta “Chile y sus mayores”, un 14,6% de los adultos sobre los 60 años presenta este problema. No sólo es una de las condiciones más debilitantes, sino que conlleva un enorme estigma, con muchas personas sufriendo en silencio por vergüenza, lo que deriva en estrés, miedo, depresión y así al aislamiento.
Por esto, a pesar de su alta prevalencia en comparación a otras enfermedades crónicas, es hoy una de las condiciones médicas más olvidadas dentro de los sistemas de salud y cuidado social, así como en las políticas públicas. Así, a pesar de que existen muchas opciones de tratamiento, relativamente pocas personas buscan una cura. Esto hace que el énfasis en el cuidado de alta calidad sea más crítico. Sin embargo, no ha existido un consenso internacional sobre cómo debería ser una atención correcta y más completa a los pacientes de incontinencia, lo cual ha complicado la optimización de la asistencia social.
Por esta razón, Essity, compañía global líder en higiene y salud, lideró un panel de expertos facilitado por el Grupo de Estrategia Global de KPMG, para elaborar el innovador estudio titulado “Midiendo los Resultados para Mejorar la Gestión del Cuidado de la Incontinencia”. Los hallazgos fueron presentados en Roma hoy, en el marco del 7° Foro Global sobre la Incontinencia (GFI), evento organizado cada dos años por Essity, que reúne a más de 300 líderes de opinión de 30 países alrededor del mundo.
El estudio -que incluye la postura de pacientes, cuidadores, profesionales de la salud, legisladores y contribuyentes- entregó una lista de 14 indicadores clave de rendimiento (KPI) para que los proveedores y legisladores que se encargan del cuidado de la salud evalúen sus sistemas nacionales y mejoren los estándares a largo plazo.
“Existen muchos tipos de incontinencia y, aunque se han generado métricas de resultados para la vejiga hiperactiva, actualmente no existe nada sobre la gestión diaria de la incontinencia. Este estudio ha identificado el tipo de resultados en los que debemos enfocarnos y ha producido parámetros tangibles que, si se integran a los marcos de calidad, ayudarán a avanzar los estándares del cuidado”, explicó Adrian Wagg, profesor de Envejecimiento Saludable en la Universidad de Alberta y presidente del panel de expertos en investigación y del GFI.
Los 14 indicadores cubren aspectos médicos, de calidad de vida y económicos, que van desde determinar la proporción del personal apto para realizar una evaluación de la incontinencia y prescribir una estrategia de higiene, hasta el costo de admisión y readmisión hospitalaria relacionados en el tratamiento de la incontinencia.
“El rápido envejecimiento de la población mundial trae consigo un aumento prevalente de varios síndromes y condiciones como la incontinencia. Este evento es una oportunidad importante para el intercambio de conocimiento y la alineación de buenas prácticas que buscan mejorar la calidad de vida de aquellos que viven con la incontinencia diariamente” aseguró el Doctor Alexandre Kalache, reconocido catedrático y especialista en epidemiología del envejecimiento y el curso de la vida.