La Organización Mundial de la Salud en la constitución aprobada en 1948 define la salud del individuo como un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad.
La práctica de actividad física favorece el bienestar subjetivo y ayuda en la promoción de estilos de vida saludable. Tal es el caso y la importancia de estas consignas que, desde el Ministerio del Deporte se fomenta la integración de la vida saludable por medio de la incorporación de profesionales de otras áreas de especificidad, como el caso del Nutricionista, quien aporta en los programas de Formación para el Deporte en el desarrollo de autoconocimiento respecto de la buena nutrición. Y por otro lado, la adquisición de Habilidades para la Vida de la mano del profesional Psicólogo, quien fomenta la trasmisión de estos comportamientos positivos en los niños de 2 a 14 años.
En estos momentos, en nuestra región, se juega una opción de importancia e innovación respecto de la integración social del individuo. Me refiero a la ejecución de la Copa América Femenina. El Torneo Copa América, es el principal torneo internacional oficial masculino de fútbol en América del Sur, sus orígenes se remontan al año 1916 en Argentina. Sin embargo, la incorporación femenina recién se instaura en el año 1991 en el torneo organizado por Brasil, es decir tan sólo hace 27 años.
Las múltiples voces que promueven el avance en políticas públicas, a través de activas manifestaciones en el acceso social igualitario entre mujeres y hombres, como también la generación de actividades que promuevan la integralidad del individuo, al parecer se han ido introduciendo en ámbitos de acción tan variados como resistentes. Campos en donde la participación de “lo diferente”, hasta hace algunas décadas era impensada. Tenemos el caso de las mujeres que trabajan en faenas mineras, o de los deportistas con discapacidad motora campeones en diversas categorías, los casos de jóvenes ocupando puestos de decisión política, o quizás mencionar también a aquellas mujeres que luchan por el cambio dentro y desde sus hogares, que se levantan, se movilizan y salen de su espacio de seguridad. Por ellas, por nosotras, por todas y todos es que necesitamos de este evento Copa América Femenina y de todos los movimientos que vendrán, para así generar puentes de entendimientos, saludables y beneficiosos para las nuevas generaciones.
Tamara Vallejos Muñoz
Académica
Universidad Central La Serena