“Radiografía del Agua: brecha y riesgo hídrico en Chile”, concluyó que las cuencas más críticas para la sostenibilidad de ese sector son Río Los Choros, Río Ligua, Río Limarí, Río Petorca y Río San José.
Sus resultados se dieron a conocer hoy en el marco de la quinta versión de Water Week Latinoamérica 2018.
“Radiografía del Agua: brecha y riesgo hídrico en Chile”, es la primera publicación de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, en la que participan más de 40 instituciones y gremios chilenos. Es una radiografía de la situación del recurso hídrico en Chile a partir de toda la información disponible a nivel nacional extraída de diversas fuentes oficiales y otorgada por instituciones, tanto del Estado como privadas, universidades nacionales e internacionales, centros de investigación y estudios.
La publicación, que analiza tendencias, permite conocer la situación del agua en Chile para tomar decisiones estratégicas y descentralizadas en términos de políticas y asignación de recursos, priorizar las urgencias hídricas y alertar a los sectores productivos sobre factores críticos que pueden poner en riesgo su sustentabilidad.
El análisis pone énfasis en dos aspectos: brecha hídrica (BH) -comparación entre la oferta y demanda de agua- y riesgo hídrico, que aborda el déficit, exceso y calidad del agua. La metodología se aplicó en 25 de las 101 cuencas, donde se contaba con buena información, las que fueron clasificadas en cuatro categorías de BH: bajo, moderado, medio y alto.
El estudio concluyó que de las 25 cuencas analizadas, nueve presentan una brecha hídrica alta, esto es, que tienen una fuerte presión sobre el recurso hídrico y cuya baja disponibilidad de agua es un factor limitante del desarrollo económico.
Al determinar la demanda por diferentes sectores, se observa que el agrícola es el que presenta la mayor vulnerabilidad para sostener su actual producción, debido a la limitada oferta referencial de agua superficial y subterránea. El análisis también mostró que las cuencas más críticas para la agricultura y en orden decreciente son Río Los Choros (Región de Coquimbo), río Ligua (Región de Valparaíso), río Limarí (Región de Coquimbo), río Petorca (Región de Valparaíso) y río San José (Arica y Parinacota).
Con brecha media se encuentran las cuencas del: río Copiapó (Región de Atacama), río Quilimarí (Región de Valparaíso), río Elqui (Región de Coquimbo), río Aconcagua, (Región de Valparaíso), río Choapa (Región de Coquimbo) y río Lluta (Región de Arica y Parinacota).
Para efectos del estudio se dimensiona en tres aspectos: Derechos de Aprovechamiento de Agua (DAA), captación (agua extraída por los sectores) y consumo (agua que no retorna al sistema).
El sector agrícola es el que posee el mayor volumen de DAA, consuntivos permanentes a nivel nacional registrados en el Catastro Público de Aguas -actualizado a diciembre de 2017-, seguido en orden decreciente por el sector agua y saneamiento y minero. El sector de energía hidroeléctrica posee un volumen reducido de DAA, puesto que su uso del recurso y derecho de agua utilizado es de carácter no consuntivo.
Respecto de la captación, el sector agrícola (riego) es el segundo sector que más capta aguas desde el sistema, con 404,53 m3/s, seguido del doméstico que alcanza 55,29 m3/s. Si bien la lista de captación la encabeza el sector energético con 1339,62 m3/s, los derechos y usos de agua de éste sector son mayoritariamente no consuntivos. En cuanto al coeficiente DAA/Captación –que mide la relación entre derechos otorgados, y registrados como volumen, y uso de agua- el sector de Agua y Saneamiento presenta el mayor índice con derechos asignados equivalentes a 3,49 veces el agua usada, seguidos por el sector Agrícola y Minero con 2,93 y 2,46 veces respectivamente.
Consumo
Para estimar el consumo de los diferentes sectores productivos se utilizó la metodología de Huella Hídrica directa, desarrollada por la Water Footprint Network (Holanda) y que se define “como el volumen de agua fresca apropiada o no devuelta al sistema, tomando en cuenta los volúmenes de agua consumida y contaminada en el proceso productivo” y se expresa en: Huella Hídrica Azul: volumen de agua que no retorna al sistema debido a su evaporación, evapotranspiración, incorporación al producto, que se vierte al mar o queda retenida en el suelo y Huella Hídrica Verde: volumen de agua lluvia consumida que queda temporalmente almacenada en la parte superficial del suelo o en la vegetación.
El sector agrícola, si bien retorna más del 50% del agua que capta al sistema por infiltración en el suelo durante el proceso de riego, registra el mayor consumo de “huella azul”, es decir, agua superficial y/o subterránea consumida que no retorna al sistema, volumen que asciende a 186,84 m3/s. Este es el requerimiento necesario de gestionar cuando se quiere optimizar el uso del recurso hídrico. Por ejemplo a través del recambio a especies con menor requerimiento hídrico.
Si consideramos el consumo de agua asociado a la huella verde, es el sector forestal el que presenta el consumo más alto con 384 m3/s seguido por el agrícola con 53,33 m3/s. Cabe señalar que de acuerdo al análisis la huella verde duplica a nivel nacional la huella hídrica azul indicando la relevancia de esta fuente de agua para sostener al sector forestal y agrícola en las regiones del sur del país.