Es parte del chequeo anual que toda mujer debe realizarse, para prevenir o detectar a tiempo cualquier anomalía, sobre todo el cáncer de cuello uterino.
Dos chilenas mueren al día por cáncer al cuello del útero, a pesar de ser una enfermedad que puede prevenirse y curarse si es descubierta a tiempo. Hay que tomar conciencia.
El test del Papanicolau (PAP) logra detectar alteraciones en las células del cuello del útero, lo que permite tratarlas rápidamente, antes de que evolucionen a cáncer. Se trata de un procedimiento que dura entre 5 y 10 minutos, y se recomienda hacerlo periódicamente en formal anual, una vez iniciada la vida sexual.
“La población de mayor riesgo son las mujeres entre 35 y 64 años, y como no presenta síntomas, el chequeo es clave para la detección precoz”, explica el Dr. Víctor Rubio, ginecólogo de Clínica INDISA.
El cáncer cervicouterino es causado por el virus del papiloma humano, que se transmite por vía sexual, sin embargo, del centenar de tipos de virus papiloma humano que existen, alrededor de 15 son cancerígenos. Hoy existe una vacuna que previene la infección por los virus 16 y 18, que son los causantes de aproximadamente el 65% de los tumores. Lo óptimo es vacunar a las mujeres antes de iniciar su vida sexual, idealmente entre los 9 y 13 años.
Sin embargo, el PAP sigue siendo fundamental para prevenir el cáncer de cuello uterino causado por los otros tipos de virus que no aplica la vacuna, y debe ser el principal método de detección y prevención.
