Con un pasacalle por la Avenida Costaneras, desde el cruce con la Ruta 5 hasta el Anfiteatro del mar, este sábado culminó el VI Festival de la Cahhal Yunza y Cortamonte, actividad que por sexto año consecutivo organiza Coquimbo a través de la Oficina de Pueblos Originarios, en conjunto con diversas agrupaciones indígenas de la zona y el país.
La challa es una de las festividades heredadas de los ancestros andinos y diaguitas que aún perdura e identifica a los pueblos originarios de la comuna y región de Coquimbo. Este ritual se relaciona con el culto agrario que los Diaguitas, al igual que los Incas, realizaban en honor y agradecimiento a la madre tierra, por ello y durante todo el trayecto, comparsas y agrupaciones danzantes andinas, Kollas, Aymaras, Diaguitas, mapuches, Likan antay (atacameñas), Rapa Nui y changos challaron (bendijeron) a quienes presenciaron este desfile lleno de música, baile y color.
“En la gestión del Alcalde Marcelo Pereira, un eje central es la política de inclusión en todos los aspectos. Como sociedad, en Chile y en particular Coquimbo, tenemos que cambiar el switch en cuanto al respeto, valoración y el rescate de la identidad patrimonial que tienen nuestros pueblos originarios. Creemos que tenemos que hacer esfuerzos por incluir socialmente a todas las personas que provengan de esos pueblos”, señaló Patricio Reyes, Alcalde (s) de Coquimbo.
Esta festividad popular y ancestral, se inició temprano el día sábado con una rogativa en el sector Anfiteatro del mar, para posteriormente realizar competencias de nado en balsas de totoras, elementos que fueron confeccionadas por los propios competidores poniendo a prueba su destreza y resistencia.
“Hemos querido iniciar esta celebración a la orilla de mar y principalmente con la comunidad de los pescadores de Peñuelas quienes son nuestros aliados estratégicos, pues ellos son los herederos de las culturas ancestrales de los pueblos de Coquimbo (…) lo que nosotros hacemos es revivir nuestras prácticas y esta es una práctica en la que queremos conectarnos con nuestro mar, como coquimbanos vivimos al lado del mar por tanto lo que venimos a gradecer y pedir disculpa por las muchas veces que no hemos sido capaces de respetarlo. señaló Jaime Jiménez, encargado comunal de la Oficina de Pueblos Originarios.
Esta actividad tradicional, que ha vuelto a revivir como una fiesta con identidad territorial en Coquimbo, sumó además a colonias de inmigrantes que residen en la comuna, quienes con una muestra gastronómica montada en el Anfiteatro del Mar, dieron a conocer sus costumbres a través de la gastronomía típica de su países de origen.
