Karol Ramírez, presidenta de la Sociedad Chilena de Kinesiología Oncológica (SOCHKO) y docente de Kinesiología UC.
El próximo 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer y quizás pocos saben el enorme beneficio del ejercicio físicoen la terapia recuperativa del cáncer y en su prevención.
Chile ha avanzado en oncología en la última década. Los pacientes diagnosticados se enfermaban y fallecían en el corto plazo. Hoy sobreviven por largo tiempo con una patología oncológica y muchos efectos secundarios, que al incorporar mejores hábitos de vida y actividad física, consiguen superiores resultados.
El alto sedentarismo y obesidad en nuestra población explican parte de los factores de riesgo del aumento de enfermedades crónicas no transmisibles, y dentro de éstas, el cáncer. Así surge una teoría que indica que el ejercicio físico y la insistencia en el normo peso, ayuda a prevenir o a evitar la recidiva del cáncer.De hecho, hay varios tipos de cáncer que se asocian a la obesidad, como es el cáncer de mama;
Un estudio chileno en pacientes con cáncer de mama recibiendo quimioterapia, realizado por Kinesiología UC en el Hospital Sótero del Río, concluyó que solo un 20% es activo físicamente,; es decir, cumplen semanalmente con las recomendaciones de realizar al menos 150 minutos de ejercicio físico de moderada intensidad o 75 minutos de ejercicio vigoroso.
La kinesiología oncológica hoy se ha posicionado con solidez en Chile. En junio 2018 se llevará a cabo en Holanda la primera Conferencia Internacional de Kinesiología y Cáncer, donde Chile presentará sus progresos en esta área, destacando los resultados del trabajo de kinesiología UC en la Unidad de Oncología del Hospital Sótero del Río.
Lo ideal es que el ejercicio físico sea recomendado como terapia complementaria desde el momento del diagnóstico y sobre todo durante el tratamiento. Hay evidencia sólida en algunos tipos de tumores como los digestivos, cáncer de mama, cáncer de próstata, y tumores hematológicos, en que los sujetos que se entrenan durante los tratamientos de cáncer tienen menores efectos secundarios, mejor calidad de vida y sobreviven más en el tiempo.
Es fundamental comenzar a considerar el ejercicio como parte del tratamiento estándar contra el cáncer. La actual canasta GES para cáncer incluye el tratamiento kinesiológico en caso de tumores como mama o digestivos, pero solo en la fase postoperatoria y no en la fase de seguimiento del paciente; lo que sin duda ayudaría a mejorar la calidad de vida y los niveles de respuesta a un tratamiento integral.
Como desafío, las nuevas generaciones de estudiantes de carreras de la salud deberán ser formados en rehabilitación oncológica, dado que las estadísticas del cáncer aumentarán en las próximas décadas.
Tenemos que estar preparados para enfrentarnos a este tipo de pacientes que va a estar no solamente en los hospitales, sino también en la atención primaria y en los gimnasios, y a la par educar a aquellos sobrevivientes al cáncer, demostrando que el ejercicio físico debiera estar encapsulado e indicado a todos los chilenos, sanos y enfermos.