Este mediodía, el Patio de los Cañones de La Moneda fue el lugar donde los integrantes de la Familia Madariaga de cantores a lo poeta, la Sociedad de Morenos de Paso de María Cárcamo, Manuela de Marconi y Corazón de María; la cantante de música tradicional porteña, Lucy Briceño, y la cultora de arte tradicional Kai Kai, Isabel Pakarati, recibieron de manos de la mandataria la distinción que difunde el patrimonio cultural inmaterial del país.
Junto a los músicos que cada fin de semana la acompañan sobre los escenarios donde por más de 40 años ha hecho de la cueca y el bolero su estilo de vida, esta mañana Lucy Briceño llegó desde Valparaíso -y tan arreglada como de costumbre- para protagonizar uno de los momentos más importantes de su carrera: recibir de manos de la Presidenta Michelle Bachelet y del Ministro de Cultura, Ernesto Ottone R., el galardón que la reconoce como uno de los Tesoros Humanos Vivos de Chile (THV) 2017.
Hasta el Patio de Los Cañones de La Moneda llegaron también los integrantes de la familia de cantores a lo poeta integrada por Arnoldo Madariaga Encina (80 años), su hijo Arnoldo Madariaga López (52 años) y su nieta Emma Madariaga Valladares (15 años), quien tras el reconocimiento se convirtió en la cultora más joven en obtener la distinción que -siguiendo las sugerencias de Unesco- entrega en Chile el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) a portadores del patrimonio cultural inmaterial.
“Hoy estamos reconociendo el aporte de personas que, sin haber pasado necesariamente por una formación académica, contribuyen a hacer de Chile lo que es: un país diverso, rico en tradiciones, plural en su creación”, dijo la Presidenta Bachelet.
Por su parte, el Ministro Ernesto Ottone R. aseguró que “en nuestro país, ha sido el Consejo de la Cultura el organismo encargado de otorgar este reconocimiento desde el año 2009. Desde entonces, hemos aportado en visibilizar la diversidad de culturas presentes en el país. A través de Tesoros Humanos Vivos, hemos dado a conocer prácticas como la de tejueleros, arrieros, carpinteros de ribera, salineros, colchanderos y componedores de huesos, entre muchos otros oficios y saberes”.
A esto se suman las acciones de salvaguardia que se realizan posterior a cada reconocimiento, “de manera de asegurar que el traspaso de esta sabiduría popular siga su curso a través de los herederos y herederas naturales de cada comunidad. Este trabajo es posible gracias al despliegue de profesionales del Ministerio de las Culturas, que se encargan del registro, identificación, promoción, investigación y valoración de estas expresiones, a través de los distintos programas e iniciativas que se ejecutan en el territorio”, destacó el Secretario de Estado.
Con más de 70 años dedicados a cultivar los versos y toquíos de la guitarra y el guitarrón, que han permitido que la tradición del canto a lo poeta perdure en el tiempo y se traspase de generación en generación, la Familia Madariaga, oriunda de la comuna de Cartagena, en la Región de Valparaíso, suma el reconocimiento como THV -en la categoría comunidades- a la reciente distinción recibida también de manos de la Presidenta Bachelet, en septiembre pasado, con el Premio a la Trayectoria en Cultura Tradicional Margot Loyola, por su aporte en la formación.
THV DE ARICA Y RAPA NUI
También asistieron a la ceremonia diez representantes de la Sociedad de Morenos de Paso de María Cárcamo, Manuela de Marconi y Corazón de María, integrada por 79 cultores de una manifestación devocional de origen afrodescendiente que se desarrolla en el poblado de Livílcar, con ocasión de la festividad de la Virgen del Rosario de Las Peñas, manteniéndose vigente por generaciones con el desarrollo de una práctica que ha sido documentada desde sus orígenes y que pese al paso del tiempo ha logrado mantener sin modificaciones sus trajes, bailes y música.
Isabel Pakarati es heredera de una tradición ancestral y familiar muy relevante para la cultura Rapa Nui: el Kai Kai, juegos de hilos que relatan y conservan la memoria histórica tanto de la comunidad como de sujetos particulares, donde confluye la tradición oral, el canto y la gestualidad corporal, haciendo de esta manifestación una expresión particular.
Cada una de estas representaciones estaba dotada de un fuerte significado ritual y social, por medio de ellos se recreaban cuentos, leyendas o se traspasaban conocimientos y saberes de diversa índole: construcción de embarcaciones, entorno geográfico, entre otros.
Tesoros Humanos Vivos es un reconocimiento a personas y/o colectivos que han sido considerados como portadores de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial presente en Chile, de manera de contribuir a la salvaguardia de manifestaciones consideradas relevantes y/o significativas para sus cultores (as) y los colectivos que representan.
Cada uno de los cuatro reconocidos recibieron un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor/a individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo.