La Nueva Mayoría ha sido capaz de instalar en la segunda vuelta eleccionaria una reedición del SI y el NO. Logró reflotar los sentimientos y sensibilidades del NO y traer al imaginario colectivo a una derecha bajo el sello del pinochetismo.
De alguna manera lograron llevar a los líderes del Frente Amplio a comprometer su voto bajo el lema de todos contra Piñera, como si se tratara de un acto heroico y de salvación de la ciudadanía democrática en confrontación a una derecha conservadora y de reminiscencias dictatoriales; esto evidentemente, llevó a construir una caricatura de Sebastián Piñera, quién no es precisamente el candidato que represente a esa derecha conservadora neo pinochetista.
A pesar de ganar Piñera con contundencia el último debate presidencial, Chile Vamos no tuvo la capacidad de contrarrestar la envestida comunicacional de la NM y las palabras en que J.J. Ossandón se refiere al voto de los puentealtinos por Guillier, fueron un balde de agua fría y un verdadero candado a las expectativas de captar el voto popular… mientras Pepe Mujica y Alejandro Guillier se tomaban las portadas de los medios.
Hasta ahora un cierre redondo para Guillier y complicaciones para Piñera, lo que ha generado una suerte de optimismo y naciente triunfalismo en torno a la campaña oficialista.
Lo que sí está claro, es que el voto piñerista siempre ha sido un voto pudoroso y silencioso en contraste al voto de la izquierda, que es más bullangero. Piñera hasta ahora no calza precisamente en el candidato de derecha tradicional, en que la NM ha trabajado por incluirlo, lo que hace que mucho elector indeciso de centro se incline secretamente por el abanderado de Chile Vamos y ese precisamente es el temor de la NM.
Mientras en mi opinión, los frente amplistas brillarán por su ausencia en la recta final, a pesar de los compromisos adquiridos por sus líderes. No olviden que esa generación millenials es más atrevida, arriesgada y displicente.
¿Quién ganará?, una pregunta no tan absurda considerando que esta elección se ganará de una manera muy estrecha. Hoy tanto Piñera como Guillier tienen razones para creerse el cuento del triunfo. Unos más y otros menos, están demostrando y evidenciando la victoria y eso incide en la decisión final del elector oportunista que huele y busca al ganador para comprometerse.
Cada palabra, gesto y acción serán fundamentales en los últimos días de campaña extra oficial que se dará por los medios…
Autor: Orlando Alfonso Olave
@Oaolave
