El especialista en toxicología y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Leonel Rojo, sostiene que una norma de este tipo evitaría la venta de fármacos derivados de la marihuana que pueden inducir a engaño, al no tener presencia de cannabinoides. Según un estudio de Carabineros, ninguno de los 472 productos de este tipo que se comercializan en el país tiene este compuesto orgánico, que es en gran medida el que produce los efectos farmacológicos de la planta.
Un inédito estudio realizado por el Centro de Análisis de la Dirección de Control de Drogas de Carabineros cifró en 225 la cantidad de tiendas, denominadas grow shop, orientadas al comercio de productos derivados de la marihuana en el país. Sin embargo, el mismo informe concluyó que de los 472 productos cannabis que forman parte de la oferta de estas tiendas, ninguno de ellos presenta cannabinoides, compuestos orgánicos responsables de los efectos farmacológicos de la planta. El vocero del OS-7 de Carabineros, Alejandro Molt, criticó esta situación. “Están haciendo una estafa, porque están ofreciendo algo a los consumidores que no es”, sostuvo.
Para el experto en toxicología y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Leonel Rojo, esta situación no ocurriría si existiese una ley específica que regulara el uso medicinal de la marihuana, de manera que no quedara circunscrito solo a la Ley 20.000, centrada en el tráfico de la droga. “Esto aún no existe para los fármacos cannábicos y esa falta de regulación hace que proliferen negocios que pudieran ser engañosos”, explica.
De acuerdo al doctor en farmacología, la norma actual no especifica cuánto THC (tetrahidrocannabinol) se permite en estos fármacos, o quién puede venderlos y en qué lugar. El tetrahidrocannabinol es la principal sustancia psicoactiva del cannabis. “En el momento en que un producto tenga cannabinoides, no puede venderse en un grow shop, sino en una farmacia y con un farmacéutico”, enfatiza.
A juicio del especialista, Chile se encuentra atrasado en esta materia en comparación a otros países del mundo, por lo cual urge contar con esta legislación ya que, en la actualidad, la sociedad tiene necesidades de salud que pueden ser resueltas a través de estos productos.
“Hoy, se sabe suficiente como para entender que compuestos como el cannabidiol o el THC pueden ayudar a controlar algunas patologías, especialmente psiquiátricas e inflamatorias, pero no hay suficiente regulación al respecto”, insiste.
Finalmente, concluye que también se requiere inversión de parte del Estado para financiar investigación en torno a esta materia. Esto, a su juicio, permitiría someter a fármacos nacionales y extranjeros a una mayor cantidad de ensayos clínicos, para evaluar sus efectos particulares en la población chilena. “En investigación en cannabinoides, el Estado invierte cero”, afirma.