Con un impresionante marco de público, que según estimaciones superó las 200 mil personas, la exitosa cantante chilena Mon Laferte, tuvo la misión de bajarle el telón a los cinco días de fiesta de la Pampilla de Coquimbo 2017.
Laferte, considerada una de las artistas latinas más importantes del momento, presentó un show lleno de emociones y que dedicó al pueblo mexicano por el reciente terremoto que los afectó. En lo musical, a través de éxitos como “Amárrame”, “Amor completo” y “Tu falta de querer”, Mon Laferte hizo cantar, vibrar y delirar a los miles de seguidoras que llegaron desde distintos puntos de Chile a presenciar el espectáculo que cautivó por la importante carga emotiva de la artista.
“Hace más de 15 años que no pasaba un 18 en Chile y “puta” que lo extrañaba, muchas gracias por invitarme a esta fiesta maravillosa, me habían dicho que la pampilla era la fiesta más bonita de Chile y tenían que verlo mis ojos y sentirlo mi corazón”, sostuvo una emocionada Mon sobre el escenario monumental.
En tanto el alcalde Marcelo Pereira, se mostró satisfecho con el espectáculo, argumentando que “ella es una chilena que está triunfando a nivel internacional y nosotros nos jugamos por la opción de tenerla en la fiesta más grande de Chile, me siento muy honrado de haberla tenido aquí en nuestra comuna”, afirmó el edil.
Previo al show de Mon Laferte, los encargados de poner el infaltable ritmo y sabor de la última noche de fiesta, fueron los hijos ilustres de Coquimbo Los Viking’s 5, quienes hicieron bailar y gozar al público porteño con sus clásicos éxitos que ya son toda una tradición en la Pampilla de Coquimbo y que dieron paso al maravilloso espectáculo de fuegos artificiales que se realiza cada 20 de septiembre en la comuna de Coquimbo.
Además, también estuvieron presentes en el escenario monumental Charly y su nueva Albacora, Grupo Concierto, Pata Negra y ballet Alas de mi Patria, quienes mostraron todo su talento frente a un caluroso público.
De esta manera se pone fin a cinco días de fiesta y potentes espectáculos artísticos, los que congregaron cientos de miles de personas y permitieron que, como cada año, la Pampilla de Coquimbo se convirtiera en la fiesta más grande de Chile.