Chile tiene hoy una gran responsabilidad: proteger lo más de 4 mil kilómetros de costa de cara al océano Pacífico, el más grande de la Tierra. Hoy sabemos que para el 2050 habrá en los mares la misma cantidad de toneladas de plástico que peces en el océano y, que los recursos que los océanos nos entregan, están cada vez más amenazados lo que constituye una creciente preocupación global por la sustentabilidad.
Se trata de un tema fundamental para Chile, un país marítimo, pesquero y oceánico por excelencia, con siete ecorregiones marinas y entre principales a nivel global en capturas marinas. Por lo tanto, la protección del océano que nos circunda –y en todo el globo– tiene importancia no solo en términos de conservación sino por sus implicancias económicas.
Nuevamente nuestro país asumirá un rol de liderazgo en esta tarea. En septiembre próximo, en La Serena y Coquimbo, el Ministerio del Medio Ambiente y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) encabezarán la organización del 4º Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC4), más importante del mundo. Este encuentro global, organizado cada cuatro años, se ha transformado en una de las principales plataformas para la promoción de estos instrumentos de gestión sustentable de los océanos, como lo mostraron las exitosas versiones previas en Geelong, Australia (2005); Washington DC, Estados Unidos (2009); y Marsella, Francia (2013).
La cita reunirá a gestores y administradores de áreas marinas protegidas, expertos en conservación marina, científicos, ONGs y comunidades. Más de mil personas y sobre 80 organizaciones se encontrarán en Chile para compartir experiencias sobre la administración de áreas marinas protegidas, incentivar la generación de ideas innovadoras en participación comunitaria, la creación de redes, la colaboración, la ciencia y la integración.
Chile tiene mucho que mostrar en la protección de los océanos. Hoy contamos con 33 áreas marinas protegidas bajo distintas categorías, que suman un total de 463 mil km2 y abarcan el 13,6% de nuestra Zona Económica Exclusiva. De ellos, ocho Parques Marinos –la máxima categoría de protección–, abarcan 451 mil km2. Parte fundamental de este avance se registró en los últimos tres años, durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, en que se triplicó la superficie oceánica protegida con la creación de parques marinos en las islas Desventuradas y el Archipiélago Juan Fernández.
Esto no solo implica el cumplimiento de las metas del Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, sino que muestra del compromiso de nuestro país con la protección del mar. En los últimos años, la Cancillería ha jugado un rol fundamental en el impulso de la conferencia Our Ocean, que busca la promoción de una política oceánica a nivel global, el combate a la pesca ilegal y el desarrollo de áreas marinas protegidas.
Avanzar hacia una gestión adecuada de los recursos marítimos que involucre a las comunidades costeras es fundamental, ya que parte importante de ellas depende del océano para subsistir. Y ante la pérdida de biodiversidad, ante el agotamiento de los recursos, las áreas marinas protegidas cumplirán un rol fundamental para la recuperación de especies, pesca sustentable y protección de ecosistemas.
Hoy nos vemos enfrentados nuevamente a un desafío global con fuerte impacto a nivel nacional, pero sabemos que en septiembre en la Región de Coquimbo, en las ciudades de La Serena y Coquimbo, junto a otros países podremos liderar la protección de los océanos y de los ecosistemas de Chile y el mundo.
