El Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Humberto Verdejo, asegura que la disminución responderá al menor volumen de energía subastada, lo que impulsará a los convencionales a acaparar la oferta, dejando fuera a las ERNC. El especialista destaca que esto permitirá reducir la incertidumbre en el sector, ya que en el proceso del año pasado las energías limpias llevaron los precios a niveles históricamente bajos, lo que vuelve dudosa la rentabilidad de las iniciativas y, por lo tanto, su concreción en el largo plazo.
El Gobierno anunció que rebajará en un 48% el volumen de energía que licitará a distribuidoras eléctricas este año, en relación a lo que se había proyectado en un comienzo. Es decir, se subastarán 2.200 GWh. Sin embargo, desde la Comisión Nacional de Energía (CNE) confían que este proceso será igual o más exitoso que el de 2016, y que la oferta será “similar o, incluso, superior a la licitación del año pasado”, apuestan.
Para el Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Humberto Verdejo, la señal busca que menos proyectos de energías renovables se adjudiquen bloques de licitación este año. Explica que al ser más reducido el espectro a subastar, los convencionales deberán asegurar su cuota, con lo que dejarían fuera a las ERNC y, de esta manera, se reduciría la incertidumbre.
“Si la oferta es menor, los que van a entrar más fuerte serán los convencionales y el objetivo sería evitar la especulación que ha habido en función de que las ERNC no van a entrar a operar efectivamente en la fecha en que se adjudicaron los bloques de energía”, afirma.
“Entrarán fundamentalmente los convencionales”, insiste. “El año pasado, era el doble de lo que se está licitando hoy en diferentes bloques del día y, por eso, podían entrar perfectamente los convencionales y los ERNC, teniendo una gran cantidad de oferta a cumplir”, explica.
“Una forma de evitar que se sigan adjudicando proyectos a precios tan bajos, con la incertidumbre de que, en la práctica, puedan o no concretarse, es reduciendo la oferta”, plantea. “La comisión lo que busca es evitar tener precios tan bajos, que luego generen incertidumbre de si esos proyectos efectivamente se van a concretar”, insiste.
Aunque concuerda en que las causas que motivaron la reducción de la energía licitada para este año son, como señala la autoridad, el bajo crecimiento económico y el paso de clientes regulados a libres, enfatiza que “detrás de esto hay una señal para evitar que siga existiendo esta incertidumbre dentro del sector”.
En el proceso del año pasado, la irrupción de las energías renovables logró que los precios bajaran a mínimos históricos. “Nadie nos asegura que el precio de la energía, que fueron US$47,6 megavatio/hora, se cumpla en un horizonte de quince años. No están dadas las condiciones para que la empresa que ofertó ese valor cumpla”, sostiene.
Agrega que “muchas ERNC postularon sin siquiera estar aprobados por el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y menos estaban construidos”.
De acuerdo al académico, las ERNC “son proyectos a largo plazo y la banca no está financiándolos, por la baja rentabilidad que iban a tener en el futuro”. “El Gobierno tuvo que entrar a modificar el procedimiento de financiamiento para estos proyectos”, agrega.
“No existe ningún mecanismo, a excepción de la boleta de garantía, que obligue a la empresa a cumplir. Entonces, puede haber mucha especulación”, afirma. “Habría que implementar un sistema en el cual obligar, no solo mediante boleta de garantía, sino con otro procedimiento especial, a que el que se compromete, cumpla”, propone.
No están dadas las condiciones
“Las ERNC, si bien tienen que penetrar con fuerza dentro de la operación del sistema, deben ser proyectos que se vayan a ejecutar en la práctica, porque no tiene ningún sentido que se comprometan a ejecutar un proyecto en 10 años más y que, finalmente, este no se ejecute, debiendo traspasar el contrato a un generador convencional”, indica el Dr. Verdejo.
Según el Gobierno, hasta la fecha han sido aprobados el 88% de los contratos. No obstante, el académico indica que “el paso por el SEIA no significa que esté construido ni que los inversionistas tengan el dinero para 15 años más”.
A su juicio, para que las energías renovables dejen de ser una inversión incierta, Chile todavía debe impulsar cambios importantes. “Las modificaciones a la ley de transmisión apuntan a eso, a tener un sistema troncal robusto y, sobre todo, a los nuevos polos de desarrollo, dándole las facilidades a las ERNC para que puedan conectarse al sistema de manera mucho más expedita, como puede hacerlo una central hidráulica”, sostiene.