Al iniciar su mandato la Presidenta Bachelet planteó a la ciudadanía la necesidad de hacer una completa revisión de la Institucionalidad que rige la situación de los niños y niñas de Chile. Una de sus primeras medidas fue, precisamente, la creación de Consejo de la Infancia. Dicha preocupación por establecer un nuevo marco jurídico institucional, sin duda, obedecía a la deuda pendiente que como sociedad tenemos frente a una realidad tan compleja y dolorosa.
Cumpliendo una vez más nuestro compromiso con una sociedad más justa, se presentó ante el parlamento el proyecto de ley que pone fin a un servicio público creado hace 38 años, como lo es el SENAME, y crea dos nuevos organismos dedicados a funciones que por su diversidad siempre debieron ser enfocadas desde veredas diferentes: Así, el propósito es contar con un Servicio Nacional de Protección Especializada de Niños y Niñas, que dependerá del Ministerio de Desarrollo Social, y un Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, que dependerá del Ministerio de Justicia.
Nuestro gobierno, se hace cargo de aquello que por mucho tiempo no constituyó una prioridad. Y es que todos/as los/as niños/as de Chile serán protegidos en sus derechos por el Estado, de una manera integral, y sin distinciones, tendiendo a prevenir y advertir oportunamente situaciones de vulneración, de forma que sea posible reaccionar como un sistema en el proceso de reparación.
Nuestro rol como Ministerio de Justicia será el de trabajar por aquellos jóvenes infractores de ley para que cuenten con un adecuado proceso de reinserción social. La Sociedad debe comprender que el delito no se combate necesariamente con más cárceles, sino precisamente con reinserción y sobretodo con protección e igualdad de oportunidades. Debemos ser capaces de devolver a estos niños/as la capacidad de confiar, de creer y de soñar que otra realidad es posible. Una realidad en donde el estudio, la capacitación y el deporte sean lo normal y no un cúmulo de abusos y postergaciones, como las que tuvieron desde temprana edad en la familia, la calle o la escuela.
Hoy hacemos vida y realidad los contenidos de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña. Hoy iniciamos el camino hacia una sociedad de Derechos en donde los niños y niñas son una prioridad.
Carlos Galleguillos Carvajal
Abogado
Secretario Regional Ministerial de Justicia y Derechos Humanos
Región de Coquimbo