Esta semana tres cadenas han retirado más de 70 de estos implementos metálicos desde las bodegas del municipio, institución que ha solicitado una denuncia previa para la entrega de éstos.
Para evitar que vendedores ambulantes ilegales ocupen carros como medio para ofrecer productos, el municipio de La Serena comenzó a solicitar a las cadenas de supermercados, que hicieran el retiro de este implemento de las bodegas municipales, sólo con una denuncia en las policías o fiscalía.
“Les solicité que me trajeran la denuncia de hurto simple y receptación, con el fin de que Carabineros también nos ayude a nosotros, cuando los vean en las calles o a personas particulares que ocupan carros, para que también actúen y se los requisen. El llamado a la gente es a no usar carros y que no se arriesguen en esto, porque la multa va a ser alta”, aseguró Franklin Solar, encargado de Inspección Municipal, La Serena.
Esta semana Jumbo, Unimarc y Santa Isabel, han retirado más de 70 carros, los que son requisados por los inspectores municipales a vendedores ilegales que sólo son multados por no tener permiso municipal para vender productos, pero desde ahora también podrán ser detenidos por hurto o receptación, ya que existen varias denuncias de estas cadenas ante la justicia y Carabineros podría detenerlos por estos delitos.
“Se están haciendo denuncias por hurto reiterados de carros, nuestros y de los distintos supermercados que existen en la ciudad, nosotros hacemos una denuncia mensual con la finalidad de poder recuperarlos y poder detener a las personas que están haciendo uso y mal uso de este apoyo logístico de nuestro supermercado”, afirmó Hugo Lepe, encargado de Control Interno del supermercado Santa Isabel.
Sólo en el verano un supermercado de la comuna sufrió la pérdida de 75 carros desde su local, los que generalmente son usados para vender productos de manera ilegal, transformados en parrillas y últimamente están siendo robados para utilizarlos en áreas de manejo artesanales para el cultivo de mariscos en distintos sectores de la costa. Cada carro tiene un costo que va desde los 85 a 95 mil pesos.
“Tenemos carros que llegaron la semana pasada que fueron marcados por nosotros con una sigla y ya están acá prácticamente destruidos, les sacaron las ruedas, algunos están cortados dándole un uso de parrillas de asados y otros tipos”, finalizó Lepe.
