Durante tres jornadas los abuelitos disfrutaron de un variado programa de actividades que culminó con la entrega de sus diplomas de egreso.
Agradecidos por las experiencias vividas y los conocimientos adquiridos, cerca de 70 adultos mayores de Coquimbo dieron por finalizadas las actividades enmarcadas en la Universidad del Adulto Mayor UCN 2017.
La iniciativa es impulsada por la Universidad Católica del Norte, a través de su Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana, y busca potenciar conductas de autocuidado que contribuyan con el buen envejecer y que promuevan una vejez activa.
A través de un variado programa de actividades, que incluyó un taller de cine, recetas saludables, huertos orgánicos y actividad física adaptada para el hogar, los participantes de la Universidad del Adulto Mayor UCN pudieron revivir experiencias, nutrirse de nuevos conocimientos y compartir inquietudes.
Para el Director del Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana, Alejandro Cuturrufo, esta actividad no sólo busca entregar conocimientos a los adultos mayores sino también aprender de ellos, de manera que la universidad tenga la capacidad de responder a las necesidades e inquietudes que se plantean.
“Estamos tremendamente contentos por los resultados que obtuvimos y por el compromiso de todos los participantes, tanto abuelitos como voluntarios y organizadores. Gracias a todos los que creyeron en este desafío, especialmente a nuestros adultos mayores, por compartir con nosotros sus experiencias y sabiduría”, señaló Cuturrufo.
Además, el Director del Departamento de Pastoral adelantó que este proyecto se podría replicar en las ciudades de Ovalle, Vicuña y Los Vilos durante las vacaciones de invierno.
Cabe destacar que para esta versión de la “Universidad del Adulto Mayor”, participaron abuelitos pertenecientes a los sectores de Guayacán, Altos de Guayacán, sector Santa Marta, El Llano y Villa Dominante.
La señora Edelmira Canihuante es uno de estos adultos mayores. Ha participado activamente de todos los talleres que la UCN realiza para la comunidad y dice que siempre aprende algo nuevo. “Quiero dar las gracias por todo y ojalá esto se repita muchas veces más porque nosotros, los adultos mayores, necesitamos tanto de esta convivencia, de sentirnos importantes, necesitamos de la vitalidad de los jóvenes. Es más bonito ver reír a las personas de la tercera edad y que llorar, porque no queremos dar lástima”, señaló.
Y agrega “lo que se sabe cuando se es viejo no es porque hayamos ido a la universidad, aunque hace mucha falta, es porque, como dicen los mapuche, tenemos con nosotros el poder de la sabiduría que no se adquiere en la escuela sino a través de la vida misma”.