Teniendo en cuenta que en el verano el problema se visibiliza y en algunos casos aumenta, se busca informar a la comunidad sobre lo que conlleva enviar a un niño o niña a ejercer alguna labor remunerada.
Como parte de la Política y Plan Comunal de la Niñez la Adolescencia, la Oficina de protección de Derechos Infanto Juveniles (OPD) de La Serena junto a diversas entidades, presentaron en la Recova una campaña orientada al público sobre el trabajo infantil, donde hubo actividades recreativas y se entregó folletería e información con el objetivo de crear conciencia sobre la situación que viven los niños y niñas en vacaciones de verano.
“La idea de todo esto es concientizar al público sobre el tema. En estas fechas esta práctica se visibiliza ya que los estudiantes salen del colegio por lo que a muchos los mandan a trabajar con la excusa de que tienen mucho tiempo libre, hay que estar al tanto de lo que dice la ley en cuanto al trabajo infantil y debemos educar a las personas sobre eso”, señaló Macarena Contador, Educadora encargada del Área de Gestión Intersectorial de la OPD, quien estuvo presente en la cita que además contó con la presencia del Sename, la Seremía del Trabajo, Carabineros de Chile, PDI y la Fundación Opción.
Cabe señalar que durante todo el año se realizan este tipo de campañas, sin embargo en estas fechas se hace pertinente reforzar el mensaje hacia las personas, aprovechando que muchos turistas visitan la zona se hace énfasis en que ellos mismos no fomenten el trabajo infantil entregando monedas, por ejemplo, en los semáforos.
La explotación laboral infantil está penada por la ley y que en caso de detectar o sospechar que un niño, niña o adolescente está siendo forzado a trabajar se debe hacer la denuncia pertinente con Carabineros de Chile o alguna de las instituciones encargadas de velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Sin embargo no todo es malo, ya que en Chile se permite que los adolescentes mayores de 15 años puedan ingresar al mundo laboral, siempre y cuando realicen actividades ligeras que no perjudiquen su salud física o desarrollo intelectual, que no sean durante el horario nocturno y por sobre todo donde se esté bajo autorización expresa del padre, madre o un adulto significativo.
