Luego del terremoto y tsunami que afectó a Coquimbo el 16 de septiembre de 2015, fueron cientos los voluntarios que llegaron a prestar su ayuda a los lugares afectados, poniéndose a disposición de los equipos operativos o de los propios vecinos. Entre ellos estuvo Jesús de Castro, escritor español avecindado en Chile que vio que más allá de la ayuda material que debían recibir los damnificados también era necesaria la solidaridad cultural.
Fue así que comenzó una campaña para reunir libros para Coquimbo, ciudad que vio como su Biblioteca Municipal ubicada en la Costanera porteña fue arrasada por el tren de olas que ingresó a tierra esa noche. De Castro tomó contacto con intelectuales, políticos, representantes de organizaciones y amigos en España para devolver ese patrimonio perdido, y juntos trabajaron para recolectar libros.
En total fueron 6 mil los ejemplares que se reunieron y se dispusieron para ser enviados a Chile. En ese instante se dieron cuenta que traerlos a nuestro país tenía un alto costo y que debían realizar una serie de trámites. Preguntaron y golpearon puertas infructuosamente hasta ahora, en que gracias a gestiones del alcalde Marcelo Pereira y el concejal Guido Hernández ya están prontos a lograr su objetivo, el que se debiera cumplir en junio, con el arribo de los libros a Coquimbo.
Jesús de Castro se mostró agradecido por la buena disposición encontrada en distintas instituciones, que los ayudaron a buscar la salida al problema del traslado e ingreso al país. “El proyecto es que vengan los libros directamente, por eso lo está gestionando el Consejo de Cultura, Cancillería con la colaboración de Defensa y también aduana para facilitar la llegada, por parte de España, además de todos nosotros está la embajada en Santiago. Ahora tenemos la certeza y la garantía de que llegarán”.
El alcalde Marcelo Pereira, espera que pronto estos libros estén en la comuna y para recibirlos espera preparar una gran actividad que involucre a todos los entes de Coquimbo. “En un momento recibí el llamado del concejal Guido Hernández sobre el tema, luego conversé con el intendente para que nos ayudara a destrabar la llegada de los 6 mil ejemplares y así se generó una fórmula para salir del problema. Hablamos de una ayuda en libros que se puede cuantificar en cercana de $30 millones, lo que es un patrimonio que nos sirve no solo a nosotros, sino que a nuestros niños. Me voy a preocupar de que tengan un buen lugar donde se puedan acoger y estén a disposición de la comunidad”.
La idea del Municipio es que estos volúmenes no sólo pasen a reforzar la dotación que tiene la biblioteca Guillermo Francis Jones, sino que también estén en lugares públicos y cómodos, adecuados para fomentar la lectura en todos los habitantes de la comuna y turistas.