“Más de mil 500 familias, alrededor de 500 regantes y un total de diez pueblos rurales se verán beneficiados con la construcción de La Tranca. Este embalse representa un mejor futuro para Cogotí y Combarbalá”, afirmó el Presidente de la Junta de Vigilancia del río Cogotí, Walter Cortes. Asimismo desmintió categóricamente que el pueblo El Durazno vaya a ser inundado una vez que el embalse complete su capacidad.
“Con la construcción del embalse, la superficie con riego asegurado pasa de 800 en la actualidad a 4 mil setecientas hectáreas”, explicó Cortés.
Se calcula que ello permitirá generar entre dos y tres mil nuevos empleos en el agro. Asimismo, el valor actual de la hectárea de pequeños y medianos propietarios pasará de 2 ó 3 millones de pesos en la actualidad, a entre 6 y 8 millones de pesos una vez que concluya la construcción del embalse.
Entre los múltiples beneficios que, según Walter Cortés, proporcionará a la comunidad esta obra de riego, está garantizar el agua potable rural a diez pueblos de la cuenca del río Cogotí y sus alrededores, con sus más de mil quinientas familias. Para esto, “la Junta de Vigilancia del río Cogotí tiene contemplado donar acciones para proveer agua potable rural, generando seguridad en el consumo de agua a las comunidades”.
El nuevo embalse –cuya construcción aún debe ser decidida por estudios que están pendientes- otorgará un 85 por ciento de seguridad a los regantes hasta por cuatro años.
La construcción de la presa de La Tranca debiera comenzar el año 2019, y durante los cuatro años que tomarán las obras, proporcionará cientos de empleos adicionales en esta zona, recientemente afectada por una prolongada sequía que perjudicó no sólo a la agricultura, sino también a las familias que sufrieron carencias en el suministro de agua para el consumo humano. Cabe destacar que Combarbalá y Cogotí mantienen aún la categoría de zona de escasez hídrica.
