El dermatólogo y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Héctor Fuenzalida, asegura que padecer manchas, arrugas o cáncer de piel son complicaciones que surgen tras no cuidarse de manera sistemática en el tiempo. Por eso, en lo inmediato, previene a la población de padecer quemaduras o ampollas. “Tomar sol entre las 10 y las 16 horas constituye un abuso”, advierte.
Esta semana se produjo la mayor temperatura registrada para un mes de noviembre. El calor se hizo sentir y expertos advierten que este verano puede ser más caluroso que los anteriores si se considera la tendencia de los últimos quince años.
Para el dermatólogo y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Héctor Fuenzalida, “los problemas de la radiación están asociados a la exposición solar, sea con temperaturas extremas o menores. Eso generará un daño acumulativo en el tiempo, que se va a expresar en alteraciones de la piel en un plazo de veinte o treinta años”, sostiene.
El experto hace hincapié en que “un fotoenvejecimiento con manchas prematuras, arrugas profundas y la posibilidad de desarrollar un cáncer de piel son resultado de un daño acumulativo”.
“También, desde el punto de vista acumulativo, se puede producir la alteración del material genético que, secundariamente, llevará a una posible aparición de lesiones premalignas o malignas”, subraya.
“El sol en su exposición adecuada es sano para la piel y, particularmente, para la activación de la vitamina D y los huesos”, sostiene el jefe del Programa de Dermatología del plantel estatal. Sin embargo, en lo inmediato, previene a la población de exponerse inadecuadamente al sol.
“El abuso”, afirma el Dr. Fuenzalida, “es la exposición inadecuada en los horarios que no son los recomendables. Tomar sol recreacionalmente, exponiéndose para quemarse, constituye un abuso en horarios que van desde las 10.00 hasta las 16.00 horas, donde los rayos son mucho más verticales y la radiación es más potente”.
“La exposición aguda al sol puede provocar las clásicas quemaduras con enrojecimiento del cuerpo”, continúa, “con aparición de ampollas, dolor y una hipersensibilidad cutánea muy alta”.
Por eso, el especialista recomienda usar “medidas físicas de protección: sombreros, gorros, manga larga, pantalón largo, etcétera. Todo esto que hay que considerarlo”. Sin embargo, advierte que “cuando la ropa se moja, baja su protección solar”.
Por otra parte, señala que “tomar mucha agua siempre será muy importante. Aporta una limpieza al organismo y mantiene hidratada la piel”.
Finalmente, respecto al uso de protector solar, indica que “no basta ponerse solo en la mañana. Hay que aplicarse cada dos o cuatro horas. Si me meto al agua o transpiro, también debo reponerlo”.
El especialista sostiene que un factor de protección solar sobre 30 es suficiente para evitar quemaduras. “Lo importante es el periodo y frecuencia con que se aplique”, insiste.
“El protector solar siempre va a ser recomendable. Obviamente, hay que asegurarse que no esté vencido y que sea adecuado a la piel que uno tiene. Todo eso es lo que recomendamos los dermatólogos a través de una visita, donde el paciente se informa respecto a cuál es el mejor protector solar para su piel”, señala.
Aumento de casos de cáncer a la piel
Respecto al aumento de casos de cáncer de piel en el país, que han provocado que el mal se constituya en la tercera causa de muerte oncológica entre los chilenos, el doctor explica que el fenómeno se debe a dos razones.
La primera, indica, “es que se notifica mejor el cáncer en la actualidad. Es decir, se hacen mejores registros”
La segunda es “el incremento de las expectativas de vida, ya que la enfermedad depende de la edad. Mientras más años tengo, más probabilidades de desarrollar cáncer a la piel”, sentencia.