El experto de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, sostiene que el alza de las utilidades del sistema representa “casi tres veces más” que el incremento que anotan, en promedio, las empresas más grandes del país. Según el académico, esto se debe a que discriminan a sus afiliados por factores de riesgo y no ofrecen mayor información que explique el costo de sus planes. “No aparece una voluntad política clara de cambiar y regular aspectos centrales del sistema, como la fijación de precios”, puntualiza.
La Superintendencia de Salud dio a conocer que las utilidades de las Isapres aumentaron en 42,5% nominal entre enero y septiembre de este año, en comparación a igual período de 2015. Así, las aseguradoras cerraron con ganancias por $28.872 millones. Al respecto, el superintendente Sebastián Pavlovic sostuvo que la rentabilidad del sistema “sigue en niveles razonables y que no son críticos para el funcionamiento de la industria”.
Al respecto, el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, reconoce que los niveles de aumento que se presentan son los que históricamente ha tenido el sistema, pero enfatiza en que aún “la tasa de crecimiento de las ganancias y las utilidades es bastante alta”.
Salas concede que las ganancias de este sistema son menores que las del retail, por ejemplo, pero enfatiza que “este aumento de 42,5% es casi tres veces el aumento promedio de las 502 empresas grandes del país que están en la Superintendencia de Valores. Significa una utilidad de casi tres veces más que el promedio nacional”.
Entre las razones que explican el volumen de utilidades de las Isapres, Salas sostiene que “efectivamente, el sistema tiene bastante control sobre los factores que le permiten obtener esas altas ganancias. Principalmente, los tipos de cotizantes que tienen. Estableciendo factores de riesgo, van dejando gente fuera y le suben los precios a sus afiliados”.
Otros de estos factores, indica el académico, son edad, fecundidad y el tipo de enfermedad o prevalencia.
Por otra parte, agrega que “es un soberano misterio el plan que tienen los cotizantes y por qué los costos son de tal naturaleza. Hay poca información sobre lo que se está pagando”.
En ese sentido, critica que “hay toda una cadena de factores de riesgo que están aplicando a los planes permanentemente, y se han modificado las capacidades de regulación que tiene la Superintendencia de Salud para establecer criterios respecto de los planes”.
Regulación
“Este negocio ha requerido regulación desde hace mucho, pero es poco lo que se ha avanzado en propuestas. Hay informes de comisiones que hablan de esta situación. Hay muchas asimetrías en este mercado, asignación de riesgos que implican manejos unilaterales de parte de las empresas que están fijando precios y, por otro lado, integración vertical”, enfatiza.
Por eso, señala que “solo desde el punto de vista de la economía, tenemos muchos elementos que debieran ser regulados. Ha habido intentos de fijar o estandarizar los servicios que entregan, y establecer criterios respecto de los precios de los planes, pero todo eso ha estado en una discusión que termina sin acuerdos finales en lo político”.
“Esa es una de las facilidades que tiene el sistema de Isapre hoy día”, continúa, “que no aparece una voluntad política muy clara de cambiar todo o regular aspectos centrales del sistema, como la fijación de precios”.
Críticas de las Isapre
Finalmente, reconoce que el sistema formula reparos por los costos que les provocan “las judicializaciones y una serie de otros factores”, como “las nuevas condiciones de la salud de la población que atienden”, ejemplifica. Sin embargo, critica que “todas esas situaciones las ponen en los costos y, así, establecen factores de riesgo que son algo exagerados o, por lo menos, no regulados por el sistema. Eso hace subir el precio de los planes que les cobran a sus cotizantes”.
En ese sentido, contrasta el hecho de que aun cuando algunas empresas del sistema han tenido problemas, “los datos de Masvida, por ejemplo, presentan un 87% de aumento de las ganancias”.