Con el fin de inspeccionar la construcción y constatar en terreno el avance del futuro Mercado del Mar, el alcalde de Coquimbo, Cristian Galleguillos Vega, en compañía de funcionarios de la Secretaría de Planificación, Dirección de Obras municipales y dirigentes de los diferentes sindicatos de trabajadores de productos del mar, realizó una visita inspectiva a las obras del anhelado proyecto que a la fecha posee casi un 11% de avance y que se espera sea entregado en marzo del año 2018.
El proyecto, que contempla un presupuesto superior a los 5.500 millones de pesos, albergará a 116 locatarios, los que podrán contar con las condiciones medio ambientales y sanitarias adecuadas para la comercialización de productos del mar en el borde costero, aprovechando de ésta manera el potencial productivo y turístico del tradicional sector de la Avenida Costanera en Coquimbo.
En este sentido, el edil Galleguillos señaló que “Estamos muy contentos de haber dado inicio a esta obra que ya tiene prácticamente terminado los cimientos y que cumple con todos los requisitos de seguridad y mitigación de riesgos en caso de tsunami; hemos hecho todas las gestiones necesarias para conseguir la concesión marítima en este sector y poderle ganar este terreno al mar donde tendremos un mercado con una vista espectacular a la bahía de Coquimbo”, sostuvo el jefe comunal porteño, agregando que “la venta y consumo de pescados y mariscos va a estar acá, donde más de un centenar de locatarios de los diferentes sindicatos van a mejorar sus condiciones laborales, la dignidad con que realizan su trabajo, mejores condiciones sanitarias y de infraestructura, para que nuestra gente que viene a consumir los productos tenga también mejores condiciones en el lugar”, finalizó.
La iniciativa, que ha estado en carpeta por más de 15 años, se logró materializar en la presente administración municipal, situación que dirigentes agradecen dado que podrán ver hecho realidad un sueño por el que muchos de ellos lucharon desde un comienzo.
Lidia Valdivia, Presidenta del Terminal Pesquero Las Rejas, así lo destaca, sosteniendo que “soy una de las gestoras que inició este proyecto 15 años atrás, pensamos que no se iba a llevar a cabo y hoy día es impresionante que después del tsunami continúe su construcción… Agradecerle al alcalde porque se la jugó para que esto se llevara a cabo y según lo que hemos visto en los planos y diseños, esta obra nos va a cambiar la vida a todos; a los coquimbanos, a turistas y a nosotros mismos como trabajadores del productos del mar, porque nos permitirá estar en un lugar digno y atender a nuestros clientes como ellos se merecen”.
En tanto, Ricardo Ledezma, Presidente del Sindicato “Los Delfines”, manifestó que “era muy necesario visitar estas obras, ya que estuvimos muy alejados después del tsunami de este proyecto en sí, que nos ha costado un mundo llevarlo a cabo desde hace muchos años y hoy en día estamos viendo que su construcción es una realidad y le dará otro plus al borde costero para mejorar nuestras dependencias de trabajo, lo que permitirá convertirnos en el centro turístico y atractivo de Coquimbo y de la región”, sostuvo.
Dado el impacto generado por el tsunami acontecido en septiembre del año 2015, se debieron realizar modificaciones al proyecto original, optimizando la seguridad y minimizando el nivel de riesgo en caso de producirse una situación similar.
En este sentido, los ingenieros a cargo optaron por reemplazar el sistema de fundación proyectado, pasando de fundaciones corridas a losa de fundación, lo que permitirá que la estructura se apoye de manera homogénea en el terreno, por lo tanto, ante una eventualidad donde podría producirse una afectación de la base del edificio, la edificación se debería mantener de modo “flotante”. Además, se dispuso eliminar los subterráneos de ambas alas, ya que su nivel de piso está por debajo del nivel del mar y se trasladaron los recintos eléctricos ubicados en estos subterráneos a una zona de la estructura fuera de riesgo.
En definitiva, esta obra generará un nuevo polo de desarrollo turístico, gastronómico y productivo, complementándose en forma armónica la comercialización de productos del mar con el cumplimiento de las normas sanitarias, el desarrollo de la gastronomía y el turismo en el sector, lo que significará que los locatarios tendrán un edificio óptimo para realizar sus labores y los visitantes se encontrarán con un lugar de alta calidad.