El analista internacional de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, prevé que si el candidato republicano llega a la Casa Blanca, acentuará su estilo populista, personalista, mediático y sin una ideología definida. Anticipa que esto servirá como modelo para que otros lo imiten. “Este fenómeno se llama demostración y va a ocurrir. No faltarán los Trump del tercer mundo”, explica.
El especialista sostiene que su estilo tiene réditos electorales “por el proceso de desprestigio en que se encuentra la política a nivel mundial”.
Las últimas encuestas realizadas en Estados Unidos están revelando que, al menos, habría un empate técnico en la elección presidencial de Estados Unidos entre la candidata demócrata, Hillary Clinton, y su rival republicano, Donald Trump. El célebre magnate se ha mantenido fiel a su estilo, y aunque en un primer momento aparecía con pocas posibilidades de triunfar, parece tener posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca, justo en la recta final de la contienda. ¿Qué implicancias tendría que el empresario asuma en la máxima potencia mundial?
El analista internacional de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, sostiene que “si Donald Trump gana, su estilo es el que predominará a nivel mundial”. Al respecto, señala que un hecho como este puede “potenciar que aparezcan sujetos de esas características en Chile y otros países. Este fenómeno se llama demostración y va a ocurrir. No faltaran los Trump del tercer mundo”.
El director del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) del plantel estatal señala que la carta republicana “no se moderará. No se moderó cuando era precandidato presidencial y si llega a la presidencia de Estados Unidos, su estilo se va a acentuar”.
¿Cuál es su estilo?
Para Estenssoro, responde a lo que “en América Latina se ha tendido a llamar populismo y en Europa, culto a la personalidad. Es alguien cuyo personalismo pasa a ser más importante que la institucionalidad, más allá de que todos los presidentes tienen que tener carácter”.
“Tiene banderas de extrema izquierda: económicamente, es antiglobalización y busca una economía proteccionista”, señala. Por otra parte, “es racista y xenófobo”. En síntesis, “es una mezcla explosiva que no tiene empacho en quitarle banderas a la derecha, al centro y a la izquierda. Es un tipo que se maneja bien comunicacionalmente. Además, nadie le está pidiendo que sea un tipo culto”, afirma.
“En Europa, estos fenómenos se conocieron como totalitarismos fascistas. Por ejemplo, el nazismo tenía banderas nacionalistas y, también, de extrema izquierda”, sostiene el académico.
¿Por qué el estilo Trump puede tener réditos electorales?
“Por el proceso de desprestigio en que se encuentra la política a nivel mundial”, señala. “El poder económico terminó capturando al poder político en Chile, Argentina, Brasil… En todos lados. Por eso, los votantes están desilusionados, molestos y no creen más en los políticos”, complementa.
“Un personaje que va de la A a la Z, que actúa impulsivamente, que junta banderas de extrema izquierda con otras de extrema derecha… Eso, en un periodo de representación de los partidos políticos a nivel mundial facilita que ese descontento social sea canalizado por esos personajes de tipo populista”, enfatiza.
¿Por qué llama tanto la atención?
De acuerdo al analista, “en la política de EE.UU., moderna y contemporánea, nunca había ocurrido que un personaje de estas características tuviera posibilidades ciertas de llegar a la presidencia, sobre todo pensando que EE.UU. es un país tan institucionalizado”, señala.
“Es una de las máximas expresiones de vulgarización de la actividad política”, subraya.
Las razones de la caída en las encuestas de Hillary Clinton
Según el académico, la candidata del partido demócrata representa justo lo contrario a Trump. “Hillary Clinton es una candidata del establishment, que no tiene carisma y no moviliza al votante demócrata, ese es el problema. Es lo mismo que pasó acá en las elecciones municipales. ¿Por qué perdió acá la Nueva Mayoría? Porque su electorado no fue a votar. Eso le pasa a Clinton”.
Mientras que Trump “sabe conquistar el voto del blanco promedio de Estados Unidos, clase media, que no es político, no se moviliza y nunca va a votar… Está movilizando gente que antes no votaba y eso ha roto todos los cálculos”, Clinton “es una candidata absolutamente tradicional, de las dinastías políticas estadounidenses. La gente joven del partido demócrata no quiere a Hillary Clinton, ni tampoco la izquierda liberal”, afirma Estenssoro.
Finalmente, agrega que “el partido demócrata no es homogéneo. El ala progresista, que representa el 30% de su partido, no tiene afinidad por Clinton. Hillary no se ha movido de su techo, por lo que depende de que el sentimiento anti Trump sea más fuerte que el rechazo que ella provoca en el electorado joven y de izquierda en Estados Unidos”.