Un sistema avanzado e institucionalizado de reciclaje, almacenes que venden todos sus productos a granel y sin bolsas plásticas, y basureros públicos que compactan automáticamente la basura, son algunos de los avances en manejo de residuos con los que cuenta Alemania, y que sorprendieron a los científicos y profesores que formaron parte de esta Expedición.
El programa Científicos de la Basura, de la Universidad Católica del Norte (UCN), se ha dedicado a investigar científicamente el problema de la basura en Chile junto con escolares y profesores de todo el país, desde el año 2007. Gracias a sus estudios se ha podido conocer que, por ejemplo, la basura presente en nuestras playas se encuentra en aumento. Sin embargo, los científicos, profesores y escolares que conforman este programa de investigación escolar han decidido traspasar las fronteras chilenas.
Es así como desde el año 2014, en un esfuerzo por internacionalizar la metodología de investigación escolar desarrollada por el programa, los Científicos de la Basura formaron una alianza con investigadores del instituto “Kieler Forschungswerkstatt” de la Universidad de Kiel, en Alemania. Hasta la fecha han realizado dos proyectos en conjunto, en los cuales escolares de ambos países realizaron muestreos científicos de basura en sus respectivas playas, con la finalidad de intercambiar y comparar sus resultados, a través de una plataforma web de acceso público (www.save-ocean.org/es/).
En el marco de esta alianza y con el objetivo de continuar y profundizar en su trabajo, en octubre del presente año los Científicos de la Basura tuvieron la importante oportunidad de viajar a Alemania, junto con 3 profesores representantes del programa -provenientes de las ciudades de Arica, Coquimbo y Purén-, a conocer el trabajo que realizan sus colegas en el “Kieler Forschungswerkstatt”, como también conocer una realidad muy distinta a la chilena sobre el manejo de los residuos.
Respecto a esto último, grande fue su sorpresa al encontrarse con cosas que aún parecen inimaginables en Chile, tales como un sistema institucionalizado de reciclaje, operado públicamente por cada ciudad y financiado por los impuestos de las personas y empresas (ver Figura 1); almacenes donde se vende todo a granel -abarrotes, legumbres, frutos secos, condimentos, té, café, e incluso detergentes-, y se utilizan bolsas de papel y/o envases de vidrio para llevarse las compras (ver Figura 2); y basureros públicos que compactan automáticamente la basura, y que funcionan en base a energía solar, como forma de reducir significativamente los volúmenes de basura (ver Figura 3).
“En esta Expedición a Alemania hemos podido conocer medidas que resultan imprescindibles para un efectivo manejo de los residuos, y así disminuir la basura que desechamos al medio ambiente”, señala el Dr. Martin Thiel, Director de los Científicos de la Basura. “Otra cosa que nos llamó la atención, es que en Alemania se incentiva el reciclaje. Por ejemplo, uno puede cambiar por dinero las botellas plásticas desechables en los supermercados”, comenta la profesora María Elisa Aguilera del Liceo Bicentenario Indómito de Purén. “Estos son ejemplos importantes a seguir en Chile, ya que nosotros aun no contamos con sistemas de este tipo, siendo que la reducción de la contaminación debiera ser una tarea de todos y el Estado debe promoverla. Y los profesores también tenemos una relevante labor fomentando la Educación Ambiental, ya que en los niños está el futuro”.
Por su parte, Thiel agrega: “Si bien algunas medidas alemanas parecen difíciles de implementar en el corto plazo en Chile, debemos comenzar por tratar el problema en casa. Todos tenemos que hacernos responsables de reducir nuestra propia basura, utilizando envases retornables, usando bolsas de género en lugar de plásticas, entre otras simples medidas”. Sin embargo, no todo está tan mal: destaca también la reciente aprobación de la Ley de Fomento al Reciclaje, lo que considera un importante paso. “Nos queda mucho trabajo por delante, pero vamos por buen camino”, concluye el experto.
Figura 1. Basureros donde se depositan los residuos separados, los que luego son retirados por camiones municipales para su reciclaje. Contenedores amarillos: todo tipo de productos reciclables, como plásticos, tetrapack, vidrios y metales; Contenedores de tapa azul: papeles y cartones; Contenedores de tapa negra: basura no reciclable. También existen contenedores especiales para la basura de origen orgánico (residuos vegetales).
Figura 2. Almacén de venta a granel. Izquierda: vista del local por fuera; Derecha: dispensadores de diversos productos alimenticios.
Figura 3. Basurero público que compacta la basura, reduciendo de manera significativa los volúmenes de basura producida.
Figura 4. Científicos y profesores del programa Científicos de la Basura, junto a sus colegas del instituto “Kieler Forschungswerkstatt”, en Kiel, Alemania.
