El operador reveló una historia que rápidamente causó impacto entre los oyentes del programa “Mi mañana” de la Radio 107.1.
En horas de esta mañana fueron citados el director de ONEMI, Rubén Contador, y el operador que se encontraba de turno el día 16 de septiembre, César Chamorro, quienes contaron lo ocurrido durante el terremoto, sus repercusiones y su rápido actuar ante la emergencia. Recordemos que hoy se conmemora un año desde aquel suceso provocado por la fuerza de la naturaleza.
El operador que estuvo a cargo de difundir la primera magnitud y la posterior evacuación contó sobre la premonición que tuvo dos días antes de la catástrofe. El profesional relató que la madrugada del 14 de septiembre se despertó asustado y agitado, ya que había soñado con un terremoto de gran magnitud estando en sus labores habituales. Según informó el operador, en un principio todos los profesionales de la oficina regional de emergencia sintieron curiosidad por el sueño y aprovecharon de refrescar los conocimientos de todas las normativas que ONEMI tiene para actuar en este tipo de eventos, fue así como César reveló que no podía estar tranquilo teniendo presente ese sueño lúcido que lo mantenía acongojado.
César Chamorro reveló que el día 16 llegó a trabajar sin imaginar que lo vivido se haría realidad a eso de las 19:55 horas, cuando se encontraba en sus labores habituales de monitoreo regional, y aseguró que lo tomó con mucha tranquilidad ya que el tema estaba más que conversado y analizado, por lo que reportó de forma inmediata la magnitud VIII y con previa autorización del director regional emitió la evacuación vía radial a todas las instituciones integrantes del Sistema Regional de Protección Civil, quienes se movilizaron en tiempo record para evacuar a los habitantes de la zona costera de la región.
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Otra de las historias que llegaron hasta nuestro portal informativo, tiene relación con nuestro lector Pablo González; quien se encontraba en el Mall durante el movimiento telúrico y señaló “Fue horrible. Aún me cuesta referirme a ese día. Fue muy difícil para mi. Nunca había presenciado un terremoto, menos un temblor fuerte. Había ido a cortarme el pelo, cuando comenzamos, junto al peluquero, a sentir los primeros movimientos. Me dijo que saliera y me fuera. Estaba desesperado, toda la gente corría de un lado a otro y me quedé con una señora y su hija junto a uno de los pilares. Luego de un rato me dijo que saliera a la calle como pudiera. No sé cómo llegué a mi casa. Estaba muy afectado”.
Por su parte, Marcela Acuña indicó que “Ese día estuve con mucho dolor de cabeza, le pedí a mi esposo que saliéramos con los niños a tomar un poco de aire. Íbamos sobre el auto cuando comenzó a moverse fuertemente, pensé que mi marido me jugaba una broma. Le pedí varias veces que dejara de hacer ese movimiento y él me regañaba lo mismo. Pasó mucho rato, cuando nos dimos cuenta que las luminarias de las calles estaban apagándose y otras reventándose. Mi esposo, tratando de mantener la calma me dijo: es un terremoto. Me asusté mucho, por mis niños y por mis padres que se encontraban paseando por el centro. Llamé sin dudar y logré el contacto, les pedí que nos reuniéramos todos en su hogar. Al cabo de media hora, pudimos estar todos juntos. Esa noche, pernoctamos todos juntos sin poder pegar un ojo”.
