En Chile 1 de cada 11 muertes es atribuible al sobrepeso y la obesidad, por cada hora del día, una persona obesa fallece en el territorio. Localmente, más de un 33% de la población menor de 6 años presentó malnutrición por exceso en 2015.
Las enfermedades no transmisibles son la primera causa de muerte en el país, entre ellas, se encuentran las patologías cardiovasculares, las respiratorias crónicas, el cáncer, la diabetes y la obesidad. A nivel internacional éstas cobran la vida de 38 millones de personas al año.
Es la malnutrición por exceso la que muchas veces se asocia a este tipo de enfermedades y según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Chile ocupa el quinto lugar de obesidad en el mundo, después de países altamente industrializados, como Estados Unidos o Australia.
“La obesidad genera un aumento en la masa corporal (IMC) y está comprobado que ello está en directa relación con las enfermedades no transmisibles. Además, aumenta la probabilidad de contraer enfermedades cardiovasculares, como ataques cardiacos, infartos cerebrales o patologías del aparato motor”, señaló Bernardita Henríquez, Enfermera del Servicio de Salud Coquimbo.
Es así, como la obesidad se considera el problema de salud pública más importante en la actualidad, lo que ha llevado a que existan distintas políticas de alimentación saludable en el territorio nacional. Ejemplo de ello es la Ley del etiquetado (20.606), que convirtió a Chile en un país pionero mundialmente en materia de alimentación saludable.
La normativa incluye el etiquetado frontal de los alimentos, con una advertencia para aquellos que superen los límites (de calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio) establecidos por el Ministerio de Salud, prohibición de publicidad dirigida a menores de 14 años para ese tipo de alimentos y de su venta en establecimientos educacionales.
En el país, 1 de cada 11 muertes es atribuible al sobrepeso y la obesidad, es decir, por cada hora que pasa 1 persona obesa muere en Chile. En la Región de Coquimbo las cifras no son más alentadoras, ya que más de un 33% de la población menor de 6 años presentaba malnutrición por exceso en 2015.
A todo ello, se suma el hecho de que Chile es el primer consumidor de calorías por bebidas gaseosas en el mundo y de acuerdo al Índice de Alimentación Saludable, más de un 94% de la población chilena necesita cambios en sus hábitos alimentarios.
Jornada regional de nutrición
Es bajo este contexto que el Servicio de Salud Coquimbo y la Seremi de Salud realizaron una jornada regional de nutrición, la actividad estuvo destinada a los profesionales del área pertenecientes a la Red Asistencial Pública local y se llevó a cabo para actualizar a los nutricionistas con respecto a las estrategias impulsadas por el MINSAL.
En relación a esto, Cristian Cofré, Asesor Técnico del Departamento de Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud, sostuvo que “también buscamos actualizar las orientaciones para los profesionales de atención primaria sobre la guía alimentación ideal del niño menor de 2 años y hasta la adolescencia”.
En la oportunidad, se abordaron temáticas como la ley de composición nutricional de los alimentos y su publicidad o la norma técnica de los programas alimentarios. “Agradezco que puedan conocer más sobre la Ley 20.606, pues son los profesionales quienes muchas veces reciben las consultas en relación a ella. Sólo con el esfuerzo de todos podremos trabajar en combatir la malnutrición por exceso que afecta a nuestra población, especialmente a los niños y niñas”, expresó el Seremi de Salud (S), Herman Cifuentes.
En tanto, Marcela González, Nutricionista del Subdepartamento de Atención Primaria del Servicio de Salud Coquimbo destacó la relevancia de esta jornada. “Los y las nutricionistas somos un pilar fundamental en el rol educacional con respecto a estos temas, al igual que todo el equipo de salud. La idea es intervenir los factores determinantes, de acuerdo a dónde esté inserta la población”, señaló.
Cabe destacar que actualmente el Ministerio de Salud se ha enfocado en la llamada intervención del ambiente alimentario, que corresponde a un trabajo profesional en nutrición relacionado con el entorno físico, político, económico y sociocultural en el que vive la población y que influye directamente en los hábitos alimenticios.
Por lo mismo, resulta fundamental considerar el contexto de cada persona para poder mejorar estas conductas. “El vínculo emocional es muy relevante para desarrollar una alimentación saludable desde la niñez y que ésta se mantenga por el resto de la vida. Es importante para la atención tener mayor flexibilidad en la alimentación de los niños y atender las variables individuales de cada quien, considerando su entorno y el de su familia”, indicó Cofré.
