El especialista en prevención del delito de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, sostiene que falta voluntad política para impulsar una “cirugía mayor” en este servicio.
“Invertir más aquí significa que otras reformas y otros gastos se deben postergar o ponderar”, puntualiza.
Esta semana se conoció un informe que revelaba que en los últimos diez años han muerto 185 niños en distintas instituciones dependientes del Servicio Nacional de Menores (Sename). La información provocó reacciones de parte del mundo político y social: mientras la oposición anunció una interpelación a la Ministra de Justicia por esta situación, el Presidente de Fundación América Solidaria, Benito Baranda, calificó como “vergonzoso” que el Gobierno no intervenga en el problema.
El experto en políticas de prevención del delito de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, sostiene que “el servicio hoy no tiene las capacidades suficientes para interrumpir carreras criminales. Puede haber logros con algunos menores en términos de rehabilitación, pero se requieren otros mucho más significativos”, afirma.
“El Sename está haciendo el trabajo con mucha debilidad, de manera muy insuficiente para lo que requiere el país. Por lo mismo, requiere una pronta transformación y, mientras se produce, recursos que puedan ser fiscalizados, monitoreados y bien justificados, pero con urgencia”, insiste el académico de la facultad de Humanidades.
Para el Máster en Gestión Pública, aunque urge reformular el servicio, “falta voluntad política, porque el sistema sabe que es evaluado en el corto plazo. Las elecciones presidenciales y parlamentarias son cada cuatro años, por lo que se necesita mostrar logros en un tiempo acotado de dos años, y una reforma al Sename puede no mostrar resultados antes de cinco”.
El especialista explica que “el sistema político se ve presionado por otros grupos más movilizados de la sociedad y destina los recursos hacia esos grupos, porque eso le permitirá mostrar logros en el corto plazo en vez de hacerlo con instituciones que requieren una cirugía mayor. Ese es un problema real que hoy existe”.
De acuerdo al académico, la cantidad de muertes conocidas tras el informe refleja una situación “grave, delicada y dramática. Basta con una sola persona que muera y no haya recibido las atenciones debidas para alarmarse”.
En cualquier caso, indica que las falencias del servicio “no involucran a un solo Gobierno en específico, sino a varios. No es válido buscar responsabilidades puntuales de una autoridad de turno, sino que es el conjunto de la sociedad chilena la que tiene que decidir cómo destinar, de una vez por todas, los recursos necesarios para que el Sename tenga otro estándar de calidad en todas sus prestaciones”.
Respecto al proyecto de Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez anunciado por el Gobierno, que pretende reformar al Sename, pero del que no han habido mayores novedades, señala que “lo que hay que hacer es apurar ese cambio. Eso significa invertir muchos más recursos y ahí tiene que haber conciencia de todos, de que invertir más aquí significa que otras reformas y otros gastos se deben postergar o ponderar, para poder responder a las necesidades del servicio con mayor urgencia”.
Araya explica que la iniciativa lo reformula completamente, creando una institución a cargo de las medidas de protección y otra, de los infractores de la Ley Penal Adolescente. No obstante, los proyectos para esto aún no han sido enviados al Parlamento. De hecho, en relación al Sename, solo se tramita la iniciativa que establece la obligatoriedad de exámenes sicológicos a profesionales y personal de la red de colaboradores del servicio que realicen sus funciones directamente con menores.
Urgen mejoras
Para el especialista, es urgente tener más personal para prestar una mejor atención social y psicológica a los menores; fortalecer una red con profesionales propios del Sename y subir el estándar que se le exige a todas las instituciones colaboradoras de la institución.
“Buena parte de los menores del Sename son atendidos por instituciones privadas. Hay que subir el estándar que se le exige a estas instituciones, para que cuenten con más personal, más recursos y una infraestructura más digna que les permita garantizar un mejor cuidado de los menores”, acota el especialista.
Además, recalca que también se requiere “sofisticar” los programas con que trabajan actualmente y darles mayor cobertura.
Ejemplifica, señalando que “el Sename junto con la Subsecretaria de Prevención del Delito vienen desarrollando junto con diversos municipios un programa de terapia multisistémica. Este programa es exitoso, pero se está aplicando con una cobertura absolutamente insuficiente. En comunas donde los afectados pueden ser 800 o mil niños, se logra una cobertura de 20 o 30 niños y jóvenes. Por lo tanto, el diseño de programas necesarios está, pero se requiere contar con más recursos para multiplicar la cobertura de esos programas que han demostrado que tienen buenos resultados”.