El trabajo de un grupo de alumnos y alumnas de la escuela Dagoberto Campos espera descubrir si la aplicación de la saponina de la quinoa en cítricos, permitirá eliminar la presencia de hongos y ácaros en las plantas.
Durante los últimos años la quinoa ha surgido como uno de los alimentos más utilizados en las cocinas de Chile. Sus propiedades, nutrientes y vitaminas la han convertido en una semilla altamente demandada, pero también le abrió la puerta a los investigadores para conocer un poco más sobre ella.
Con ese objetivo es que un grupo de estudiantes de la escuela Dagoberto Campos Núñez de la localidad de El Molle, comuna de Vicuña, han decidió investigar las propiedades de la quinoa y esperan que sus investigaciones determinen que esta semilla sirve como insecticida en plantaciones cítricas que florecen en el Valle de Elqui.
Para ello, el taller “Los mollinos y la ciencia” que agrupa a alumnos y alumnas del establecimiento, un profesor del área y un asesor científico, han decidido estudiar las propiedades de la saponina que se encuentra en la cubierta de la quinoa y con ello determinar si puede actuar como un insecticida contra ácaros y hongos.
Generalmente en el Valle de Elqui los cítricos son atacados por parásitos, los que provocan un debilitamiento del árbol con una consecuente baja de la productividad. Una de las formas de combatir estas pestes es el uso de insecticidas y puesto que estos muchas veces pueden tener un alto valor económico, se comenzó a buscar suplementos naturales que apoyen esa labor.
“Se está utilizando una sustancia que tiene la quinoa, que es la saponina, como un insecticida natural. En estos momentos estamos en una etapa de preparación de los productos”, comenta el profesor a cargo Herman Zuleta, quien destaca que la saponina la traen del norte de Chile, para tener el producto de la forma más natural posible.
Los estudiantes deben preparar soluciones de diferentes concentraciones y aplicarlas sobre las hojas de cítricos, para luego analizar los resultados obtenidos y poder confirmar la hipótesis planteada.
El alumno Héctor Vidal es parte del experimento y por el momento han estado lavando la quinoa para obtener la saponina. Él, como todos sus compañeros, tiene claro que el descubrimiento que pueden lograr será beneficioso para toda la comunidad “es importante porque los hongos infectarían todas las plantas y no habrían más árboles. Trabajamos con algo natural, porque si es una solución química puede dañar la atmósfera y dañar la vida en la Tierra”.
Se espera que una vez por semana se le vaya aplicando la solución extraída de la quinoa a los cítricos, registrando los cambios que han ocurrido y si la saponina actúa como un agente protector.
Para el profesor Zuleta, esta investigación tiene un valor agregado y que muchas veces no se considera en los talleres científicos “este tipo de trabajo desarrolla la personalidad, independiente de lo que puede significar el trabajo científico. No nos limitamos al conocimiento propiamente tal, sino que al desarrollo de la personalidad. Los niños de escuelas rurales suelen ser un poco mas retraídos, les cuesta expresarse, pero esto le ha permitido tener este desarrollo. Estamos muy preocupados de ser integrales”.
El trabajo comenzó durante el mes de marzo y se enmarca en la investigación que realiza el establecimiento en los Clubes de Apoyo a la Investigación Científica Escolar, CAICE, que financia el PAR Explora de CONICYT Coquimbo de la UCN. Se pretende que los resultados estén en los próximos meses y que las investigaciones puedan ser parte del Congreso Regional Escolar de Ciencia y Tecnología que se realizará en octubre del 2016.