Las personas que adquieran libros y artículos de dudosa procedencia pueden ser participe en el delito de propiedad intelectual y/o industrial
Se acerca marzo a pasos agigantados y miles de apoderados se vuelcan a los centros comerciales y librerías para adquirir los textos de lectura y artículos escolares a un mejor costo, sin saber que pueden ser víctimas y participes a su vez del delito de Propiedad Intelectual y/o Industrial.
Con la finalidad de prevenir este tipo de delitos la Policía de Investigaciones de Chile, entrega una serie de recomendaciones que deben tener en cuenta los apoderados a la hora de comprar un libro de lectura complementaria o de aprendizajes.
“Los textos falsificados representan colores difuminados e imágenes poco claras, en su confección emplean papel de baja calidad. En tanto en la encuadernación ésta muchas veces se encuentra pegada con colafría y no cosidos con hilo como en los originales”. Manifestó el Comisario Pablo Olave de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI de La Serena.
Otras de las fallas que señala el comisario que es posible encontrar en los libros son la falla en la numeración y que se presenten páginas invertidas.
“Además usted como comprador se expone a recibir una sanción legal por ser partícipe del delito de Propiedad intelectual, perder garantías y dinero”. Manifestó el Comisario Pablo Olave de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI de La Serena.
En cuanto a otros artículos escolares, ya sea cuadernos, lápices, reglas, pinturas, plasticinas, pegamentos entre otros, los debe adquirir en lugares establecidos y exigir que tengan a la vista las etiquetas que indiquen su uso y la calidad de “no toxico”.
Medidas que evitaran poner en riesgo la salud y el aprendizaje de los niños y niñas de nuestro país.