La culminación de este proceso será la edición de un libro de 500 páginas con todos los documentos de evidencia y etiquetas de los primeros 50 años de registro en el país. El libro sería lanzado el 15 de mayo en el día nacional del pisco.
“Encontramos el tesoro de los piratas”, revela orgulloso Pablo Lacoste, destacado historiador argentino, profesor de la Universidad de Santiago.
La tarea no ha sido fácil: una década de búsqueda, investigaciones y mucha dedicación para encontrar este preciado botín. “A fuerza de trabajar durante mucho tiempo, apareció. Este tesoro no lo hicieron los piratas, sino los campesinos de Chile: ellos elaboraron el primer pisco de América. La evidencia de ello es lo que encontramos en esta investigación.
Junto a un equipo interdisciplinario e internacional, Lacoste logró dar con los documentos que prueban la existencia de la Hacienda La Torre en el Valle de Elqui, lugar donde en 1733 se utilizó por primera vez la palabra “pisco” para denominar al aguardiente de uvas que allí de producía.
Esta lucha por encontrar los verdaderos orígenes del pisco chileno -también apoyada por la Asociación de Productores de Pisco A.G- ha sido sostenida durante casi 10 años gracias a 3 proyectos Fondecyt, por parte de un equipo de 15 coinvestigadores de diversas disciplinas.
Las principales conclusiones de esta investigación fueron dadas a conocer por Lacoste durante el seminario “Orígenes e Identidad del Pisco”, desarrollado este jueves 11 de febrero en La Serena.
De acuerdo a la evidencia documental actualmente disponible, se puede sostener que el pisco nació en Chile en 1733: “El pisco más antiguo registrado, en el mundo, hasta ahora, se encuentra en la Hacienda La Torre, ubicada en el Valle del Elqui, Corregimiento de Coquimbo, propiedad de don Marcelino Rodríguez Guerrero, fallecido en 1733 y cuyo inventario de bienes se levantó al año siguiente”, desclasifica Lacoste, y agrega: “La historiografía peruana también ha buscado el pisco más antiguo en Perú. Hasta ahora, lo más antiguo que han encontrado es un documento de 1824. Previo a ello, han encontrado registros de aguardiente, pero no del uso de la palabra ‘pisco’ para llamar a ese aguardiente”, precisa el académico.
El seminario contó con la presencia de otro destacado expositor, el sommelier español y director de la Escuela de Los Sentidos, Pascual Ibáñez. En la ocasión, Ibáñez analizó la evolución del pisco en los últimos 20 años, sus perspectivas y características únicas, así como su evolución hasta llegar a un destilado Premium.
“Queremos darle el valor que se merece el pisco, y hemos acuñado una frase que dice “hay piscos que merecen tomarse solos” y este producto hoy día tiene una rica diversidad y eso es gracias al empuje de los pequeños productores, lo cual ha hecho que las grandes empresas le den valor a este producto”, agregó Ibáñez.
Pelayo Alonso, presidente de la Asociación de Productores de Pisco, destacó la importancia de la realización de este tipo de actividades, con el objetivo de posicionar el pisco como patrimonio histórico, cultural, social y productivo de todos los chilenos.
Respecto de la investigación de Lacoste, Alonso afirmó que “sirve para enaltecer el orgullo del pisco chileno, y para ratificar que tenemos un elemento más para afirmar nuestro derecho a destilar nuestro noble producto nacional”.
Teodoro Aguirre, Presidente del Consejo Regional de Coquimbo, también tuvo palabras de apoyo a este arduo trabajo investigativo. “Como Consejo Regional nos felicitamos del resultado de la investigación realizada por don Pablo Lacoste respecto del verdadero origen del Pisco, porque ha dejado de manifiesto la autenticidad de la defensa que nuestra región ha hecho de este producto. Con la convicción de estar defendiendo un producto que es nuestro, el CORE dispuso recursos para el financiamiento de esta investigación. Con estos nuevos antecedentes, que confirman que el Pisco fue fabricado en La Hacienda La Torre, en Paihuano hace más de 400 años; el Consejo Regional está haciendo una contribución a la defensa y Denominación de Origen de un producto que forma parte de nuestra cultura y que va en beneficio de la economía de nuestra región y del país”.
La culminación de este proceso será la edición de un libro de 500 páginas con todos los documentos de evidencia y etiquetas de los primeros 50 años de registro en el país. El libro sería lanzado el 15 de mayo en el día nacional del pisco.
