El reconocimiento que fue entregado por el programa hidrológico de la UNESCO
En la oportunidad la parlamentaria se refirió a la llamada “institucionalidad”: la política, que a juicio de la senadora “no estaría acorde con las necesidades porque el crecimiento del país en los últimos veinticinco años han dejado obsoletos los instrumentos que definen directrices jurídicas con respecto al agua. La Constitución y el Código de Aguas”.
En tanto la institucionalidad técnica como la DGA, CNR, DOH y otras, indicó que también tienen un problema de “gestión integrada”, porque no se reflejaría en los territorios afectados por sequía una relación entre dichos organismos, una acción efectivamente coordinada.
Por esta razón la presidenta de la comisión de Recursos Hídricos del Senado planteó la necesidad urgente de “una gestión coordinada y efectiva en cuanto a resolver objetivos comunes tales como la integración de las comunidades afectadas, además de la propuesta de soluciones integradas y no dependiendo del giro de cada institución”.
Agregó que “claramente tenemos ahí una situación por resolver y sobre todo generar un vínculo entre la institucionalidad jurídica con la técnica para que tenga efecto”.
A reglón seguido enfatizó que “los escenarios de sequía, desertificación y cambio climático nos obliga a todos los presentes a ir a un ritmo más rápido, coordinado y consensuado con respecto a las necesidades por resolver. Insisto, las personas y comunidades afectadas por sequía están viviendo ahora y desde hace varios años una catástrofe. Necesitamos # Agua Ahora”.
Finalmente la representante de la región de Coquimbo sostuvo que “la meta es solucionar el problema de la gestión integrada del agua, porque aquello se traduce en beneficio para todos y en entregar agua limpia para dar de beber y alimentar a niños en situación de pobreza y a las mujeres sobre todo del mundo rural, las más afectadas en esta catástrofe de sequía. Claro que sí, no solo es posible producir un incremento en las capacidades del país para una mejor gestión del agua. Es una obligación ética de nosotros quienes tenemos estas responsabilidades”, concluyó Muñoz.