Los factores psicosociales son situaciones y condiciones externas al trabajo que pueden afectar de forma positiva o negativa al trabajador. El objetivo de medir estos riesgos, en el caso de ser negativos, es mejorar la calidad de vida de los trabajadores, pudiendo intervenir a tiempo para evitar enfermedades físicas o psicológicas.
Desde hace 10 años, las patologías mentales laborales han aumentado en un 700%, por lo que poder detectar a tiempo los factores de riesgos psicosociales negativos a los que están expuestos los trabajadores permite, por un lado, mejorar su calidad de vida y, por otro, disminuir los niveles de ausentismo laboral.
Los factores psicosociales son situaciones y condiciones externas al trabajo que pueden afectar de forma positiva o, en el peor de los casos, de forma negativa al trabajador. Desde el año 2013, la vigilancia psicosocial en el trabajo era obligatoria para los sectores de comercio, transporte y financiero, puesto que eran los que presentaban un mayor factor de riesgo. Sin embargo, desde septiembre comenzó a ser obligatorio para todos los sectores económicos.
Ante esto, el SEREMI de Salud Rosendo Yáñez llamó a las empresas a cumplir la normativa, “nosotros vamos a tener un rol fiscalizador fuerte para que las empresas cumplan, que vean por la salud mental de sus trabajadores y también en la medida en que las empresas no cumplan, se harán los respectivos sumarios de acuerdo a nuestra normativa por lo que hacemos un llamado a las empresas a preocuparse de la salud mental de sus trabajadores”.
La evaluación de estos factores se hace a través del cuestionario SUSESO/ISTAS, versión breve, que consta de 20 preguntas y debe ser aplicado por el empleador y fiscalizado por la SEREMI de Salud en cuanto al cumplimiento. En cuanto a los resultados, estos deben cumplir ciertos parámetros, tal como lo señala Pablo Rojas, Encargado de la Unidad de Salud Ocupacional, “primero, lo que deben hacer las empresas es hacer una evaluación del riesgo psicosocial dentro de la organización y si los riesgos salen sobre el 50% se considera una dimensión alta, o sea un riesgo alto, y se deben implementar medidas de control junto a su organismo administrador”.
Finalmente, quienes no cumplan con este protocolo arriesgan multas que van desde una amonestación escrita hasta 1.000 UTM, según lo reglamenta el Código Sanitario.