En la jornada se enseñó sobre la flora y fauna que habita en la comuna
Para crear conciencia sobre la importancia de conocer y valorar la biodiversidad existente en Andacollo, la SEREMI del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo organizó una caminata de educación ambiental para distintas organizaciones sociales y comunidad interesada.La actividad fue guiada por integrantes de la ONG Red de Observación y Conservación de Aves Silvestres y contó con el apoyo del municipio. El recorrido se realizó en la quebradaYahuin y culminó en un mirador cordillerano que encantó a los asistentes con una espectacular vista panorámica hacia el mar.
“Estamos haciendo estas actividades para poder integrar a la comunidad y hacerlas participar en estos senderos educativos que tiene como fin ir aprendiendo sobre la flora, fauna y poder compenetrarse con la naturaleza que nos rodea” destacó la seremi del Medio Ambiente, Verónica Pinto, quien indica que este taller fue el inicio de una serie de actividades de educación ambiental programadas para el público de Andacollo.
“Queremos que otras organizaciones ambientales puedan participar. Sabemos que el tema aire es un tema complejo que estamos abordando con el Plan de Descontaminación, sin embargo, también tenemos otros temas que poner en valor y son cosas positivas que podemos rescatar, así es que haremos otros recorridos para enseñar sobre la biodiversidad mediante un convenio con la Fundación Sendero de Chile”, afirmó la seremi.
Rodrigo Condemarin, presidente de la ONG RedAves, planteó que “por lo general el común de la gente piensa que Andacollo al ser una zona minera no cuenta con mucha biodiversidad, pero con este recorrido pudimos poner en valor y mostrar a las personas el patrimonio ambiental que ellos tienen y así sembrar la semillita para que ellos lo conserven”.
Para Marcia Castillo, de la Agrupación para el Control del Medioambiente y Desarrollo Comunal de Andacollo (CMA), resultó muy interesante poder conocer el nombre de especies de flora, de aves e incluso observar vestigios de petroglifos. “Andacollo vive de la minería y de la religiosidad, pero también tenemos una flora y fauna rica y paisajes que no todos conocemos, así que he quedado maravillada con la actividad”, expresó.
