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Estudiantes escriben mejor si narran cuentos y experiencias

La Agencia de Calidad de la Educación dio a conocer los resultados de la Evaluación de aprendizaje Escritura 2014 que respondieron los estudiantes de 6° básico. En la oportunidad, el Secretario Ejecutivo de la entidad, Carlos Henríquez, destacó la importancia de “escribir para aprender” y puntualizó que si bien hay importantes desafíos en esta materia, los escolares “logran redactar textos coherentes  que cumplen con el propósito comunicativo”.

Los resultados de la Evaluación de aprendizaje Escritura 2014, reveló que en su mayoría, los estudiantes de 6° básico logran redactar textos coherentes que cumplen con el propósito comunicativo.

Sin embargo, aún existen desafíos pendientes, pues si bien los textos escritos se comprenden globalmente, hay aspectos por mejorar, pues un importante porcentaje de estudiantes no desarrolla adecuadamente sus ideas, ya que no profundiza, describe o explica algunas o muchas de ellas; incluso un 20 % de las respuestas solo presenta un listado de ideas.

A diferencia de otras pruebas y aunque incluye preguntas de selección múltiple, la evaluación de Escritura se enfoca en la producción escrita a través de preguntas de desarrollo que buscan que los estudiantes escriban textos con diferentes propósitos comunicativos a partir de un estímulo. Un estímulo corresponde, por ejemplo, a una infografía desde la cual se motiva al niño a escribir.

“La escritura, como sugieren los expertos, no es solamente el resultado final, sino que todo el proceso que permite llegar a ella. Tiene un enfoque de proceso y es recursiva: se planifica, se escribe, se revisa, se edita, se reescribe y así sucesivamente, hasta que el escritor considere que el texto está acabado”, explicó el Secretario Ejecutivo de la Agencia.

Agregó que “la escritura trasciende el área de Lenguaje y aborda otras asignaturas y aspectos de todas las actividades en la sociedad y en las tareas cotidianas. Es una manera fundamental en la comunicación con el otro y en la elaboración del conocimiento y el aprendizaje, por lo que es muy relevante que se tome en cuenta y se le otorgue el espacio necesario dentro de cada establecimiento”.

En ese sentido, puntualizó que “se escribe también para aprender. Por ejemplo, hacer que los estudiantes escriban después de haber leído y procesado un texto complejo, contribuye a aprender a procesar y a formular ideas complejas”.

 

Principales resultados

La prueba de Escritura contempla cinco importantes criterios: adecuación al propósito comunicativo, desarrollo de ideas y vocabulario, coherencia, cohesión y convenciones ortográficas: puntuación; los que se evalúan en cuatro niveles del 1 al 4, donde el 1 es el menor rendimiento y el 4 el mayor.

La adecuación al propósito comunicativo evalúa que el estudiante escriba acerca del tema y el propósito que se le pide. La prueba de Escritura evaluó tres propósitos: informar, narrar y opinar. Por ejemplo, si a un estudiante se le pide escribir un artículo informativo sobre el picaflor de Arica, este efectivamente escribirá un texto informando de este tema. Si no cumple con esta petición y, por ejemplo, se dedica a expresar una opinión sobre el picaflor, entonces no está cumpliendo con el propósito.

“Es considerable que el 51 % de los estudiantes escribe adecuándose al propósito comunicativo, es decir, si se le pide narrar: narran, si se les pide informar, informan y si se les pide opinar, opinan”, destacó Carlos Henríquez.

El desarrollo de ideas y vocabulario considera que quien escribe sea capaz de plasmar sus ideas y desarrollarlas adecuadamente para evitar omisión de información o detalles relevantes. Además, un uso adecuado del vocabulario enriquece los textos. Por ejemplo, para dar una opinión, un escritor no solo debe expresar su postura, sino también explicar las razones de estas y profundizar sus ideas. Al igual que al narrar no se deben solo enumerar acontecimientos o al informar hacer listados descriptivos, es importante que el escritor desarrolle sus ideas para que lector logre una mayor recreación de lo escrito.

En este ítem el 12 % de estudiantes alcanzó el nivel 4, es decir, desarrollan adecuadamente las ideas del tema sobre el que escriben.

“Un nivel 4 significa que el estudiante, en su texto, desarrolla el tema propuesto y lo enriquece con ejemplos, descripciones y un vocabulario que permiten comprender lo que se expone. Si bien un 12 % de las respuestas posee un excelente desarrollo de ideas, tanto en narrar como en opinar e informar, lo interesante es destacar que casi el 40 % de las respuestas se encuentran en el nivel 3, lo que implica un desarrollo adecuado, con algunas omisiones de información, que puede ser fácilmente potenciado y desarrollado en los estudiantes al momento de escribir los textos, para así alcanzar un nivel 4”, dijo el Secretario Ejecutivo.

Por su parte, la coherencia de un texto hace referencia a la comprensión global del escrito por parte de cualquier lector. Si en un texto hay digresiones temáticas, ideas que no se relacionan con otras o falta de lógica en la organización de estas, es poco probable que quien lea pueda entender el texto y formular una imagen global de lo que se escribe. Por lo tanto, un texto que tiene problemas de coherencia obligará necesariamente al lector a detenerse constantemente e inferir qué se quiso decir en las ideas y cómo se relacionan unas con otras.

En esta prueba, la mayoría de los textos escritos por los estudiantes son coherentes y se comprenden globalmente.

“La habilidad de producir textos coherentes, es decir, que se comprendan por quien los lea, es fundamental a la hora de pensar en la escritura como una habilidad comunicativa”, explicó Henríquez.

Añadió que entre los estudiantes que se encuentran en el nivel 4 –textos que se leen fácilmente– y el nivel 3 –textos que se comprenden, pero que tienen problemas de coherencia local–, hay un 65 % de los textos que se comprenden en su totalidad.

La cohesión de un texto implica que los estudiantes sean capaces de usar conectores, marcadores discursivos (por ejemplo, había una vez, en ese día, etc.) o recursos de correferencia (evitar repetir palabras, usando sinónimos o reemplazándolas por pronombres) que permitan unir las ideas u oraciones aportando fluidez e ilación al texto. La falta de cohesión, o su mal uso, repercute en la comprensión y lectura de un texto.

En este ámbito el Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación destacó que tenemos un desafío como país, pues solo el 13 % de las respuestas de los estudiantes presentan variados y pertinentes recursos de cohesión, mientras que el 35 % se ubican en el nivel 3, esto es que los estudiantes en sus textos sí emplean recursos de cohesión que unen adecuadamente sus ideas, aunque en algunas ocasiones los repitan o utilicen erróneamente.

La autoridad agregó que “el 32 % de los textos se encuentran en el nivel 2, lo que implica que utilizan escasos conectores o recursos de cohesión, además de emplearlos erróneamente. Por lo tanto, es importante que les enseñemos a los estudiantes la importancia de la cohesión: por qué se deben utilizar estos recursos y cómo hacerlo, y eso debe hacerse mostrando buenos ejemplos”.

La puntuación es el último criterio evaluado y consiste en utilizar adecuadamente mayúsculas, así como coma, punto seguido y final, y punto y coma al interior del texto.

En esta área, el 23 % de las respuestas de los estudiantes cumple adecuadamente con la puntuación en los textos, es decir, ellos ocupan mayúsculas al comienzo del escrito y punto final, además de algunas comas y puntos bien utilizados al interior del texto.

El 25 % usa mayúscula al inicio, punto final y, en ocasiones, puntos seguidos bien utilizados al interior del texto.

Sin embargo, la puntuación es el aspecto que presenta el mayor porcentaje de respuestas  en el nivel 1. De hecho, el 17,5 % de los textos escritos no presenta ningún signo de puntuación, o solo una mayúscula al inicio o un punto al final, aun cuando el texto pueda poseer una extensión considerable.

“Los parámetros exigidos en este criterio de evaluación son bastante básicos: mayúscula al inicio, puntos y comas al interior del texto y punto final conforman el nivel 4.

La importancia de la puntuación radica en que es relevante para la eficacia comunicativa de un texto, ya que establece límites entre ideas y, al no utilizarla o emplearla de manera equivocada, se puede cambiar el sentido de un texto”, dijo Carlos Henríquez.

Es importante destacar que la escala de puntajes de la prueba de Escritura 2014 se mantuvo con relación a 2013, ya que la prueba, preguntas y pautas están experimentando cambios, producto de nuevos énfasis curriculares de la asignatura y de recomendaciones de un equipo de expertos. Lo anterior permitirá reportar resultados comparables según estándares de aprendizaje en futuras evaluaciones.

 

Factores asociados externos

Los factores externos a la escuela se asocian a resultados en los que esta no puede influir, pero son muy importantes para contextualizar tales resultados.

En el caso del grupo socioeconómico, la diferencia observada entre el grupo bajo y alto es estadísticamente significativa y alcanza a 11 puntos. En escala Simce, esta diferencia sería de 55 puntos.

El Secretario Ejecutivo explicó que “el grupo socioeconómico captura la composición social del establecimiento, en términos de la educación de los apoderados, su ingreso y la proporción de estudiantes vulnerables que asisten a él. Por ende, los resultados obtenidos son similares a las entregas anteriores de Simce y la evidencia internacional”.

Respecto a las brechas de género, las mujeres obtienen 4 puntos significativos de diferencia en esta evaluación, diferencia que en la escala regular de Simce, sería de 20 puntos. Este resultado concuerda con los resultados de pruebas internacionales y otras mediciones Simce, donde las mujeres tienen, en promedio, mejores resultados que los hombres en las evaluaciones asociadas al lenguaje, tanto en lectura como en escritura.

Respecto a las diferencias por dependencias administrativas entre particular subvencionado y municipal, se puede apreciar que la diferencia disminuye significativamente cuando se controla por grupo socioeconómico, aunque esta no desaparece y alcanza a los 1,7 puntos. Cuando se compara entre establecimientos particulares pagados y particulares subvencionados, al controlar por grupo socioeconómico, las diferencias no son significativas.

 

Factores asociados internos

Los factores asociados internos son aquellos que la escuela puede trabajar para mejorar los aprendizajes de sus estudiantes. Según explicó el Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, los observados en esta evaluación fueron el clima de convivencia escolar, la retroalimentación de los docentes y el involucramiento de los padres.

El clima de convivencia escolar considera tres dimensiones: ambiente de respeto, ambiente organizado y ambiente seguro. Al comparar establecimientos de similar grupo socioeconómico que tienen niveles bajos y altos en el indicador de clima, se observa que estos últimos presentan mejores resultados, hasta 7 puntos más, consistente con lo reportado en las demás evaluaciones.

“El clima escolar es fundamental en el aprendizaje de la escritura y, sobre todo, el clima del aula. Los estudios de buenas prácticas de didáctica explicitan que, para que los estudiantes escriban en clases, se necesita un clima de confianza y respeto de modo que se atrevan a tomar riesgos y, por ejemplo, lean en voz alta lo que han escrito”, explicó Carlos Henríquez.

La retroalimentación de los docentes también es importante para mejorar la escritura, pues se observa que cuando los profesores explican y resuelven las dudas a todos los estudiantes, los resultados son mejores. Al comparar establecimientos de alto y bajo nivel de retroalimentación, y a igualdad de condiciones socioeconómicas, encontramos diferencias de hasta 5 puntos.

El involucramiento parental identifica a aquellos padres que conocen el desempeño académico de sus hijos en la escuela. “Es una buena noticia que la mayoría de los padres se encuentre al tanto del rendimiento de sus hijos (154.955 padres de un total de 223.796, lo que equivale a un 69 %), pues los estudiantes cuyos padres se involucran obtienen en promedio mejores resultados que aquellos que no reciben apoyo parental”, dijo el Secretario Ejecutivo de la Agencia.

Si una escuela pusiera todos sus esfuerzos en mejorar la convivencia escolar, la retroalimentación docente y el involucramiento parental, podría tener hasta 8 puntos más, en igualdad de condiciones socioeconómicas, que aquellas escuelas que no tienen buenos resultados en los aprendizajes.

 

¿Cómo mejorar la escritura?

Docentes de Lenguaje y Comunicación:

  • Dar tiempo, idealmente clase a clase, para la enseñanza de la Escritura.
  • Enseñar a escribir textos con diversos propósitos, especialmente textos de carácter informativo.
  • Enseñar que la Escritura es un proceso recursivo, que requiere desarrollar las habilidades de planificación, revisión y edición de textos, mediante diversas estrategias.
  • Comunicar a los estudiantes los criterios de evaluación de la Escritura en un lenguaje adecuado para su comprensión, promoviendo la revisión individual y grupal de los textos escritos.
  • Trabajar coordinadamente en clases la Lectura con la Escritura, es decir, que los estudiantes escriban a partir de lo que han leído. Esto potencia el desarrollo de ambas habilidades del Lenguaje.
  • Retroalimentar de manera específica la escritura de los estudiantes según cada criterio de evaluación (adecuación al propósito comunicativo, desarrollo de ideas y vocabulario, coherencia, cohesión y convenciones ortográficas: puntuación).
  • Intencionar y motivar el trabajo de escritura, tanto en hombres como en mujeres.

 

Docentes de otras asignaturas:

  • Promover en todas las asignaturas el uso de la Escritura como herramienta transversal para el aprendizaje (elaboración de resúmenes o síntesis, trabajos escritos, etc.).
  • Poner en común las características de diversos tipos de textos bien escritos por lo estudiantes (ideas bien desarrolladas, coherente, etc.).

 

Directivos:

  • Enseñar a escribir no es solo pedir que escriban. Promover y apoyar la enseñanza de todas las asignaturas del currículum.
  • Motivar en los profesores de todas las asignaturas en la responsabilidad compartida sobre el aprendizaje de la Escritura y su uso para aprender.
  • Generar instancias de trabajo internas para compartir estrategias de enseñanza y los criterios para la evaluación de la Escritura.
  • Promover el perfeccionamiento de los docentes de Lenguaje y Comunicación en la enseñanza de la Escritura.
  • Incentivar el gusto por la Escritura, desarrollando acciones para promover su aprendizaje a nivel de establecimiento: proyectos, campañas, concursos, etc.

 

Familia y Apoderados:

  • Promover el uso de la Escritura como forma de comunicación en la familia (cartas, mensajes, correos electrónicos, etc.).
  • Propiciar que los estudiantes escriban sobre situaciones cotidianas (celebraciones familiares, eventos deportivos, noticias de actualidad, etc.).
  • Comentar positivamente los textos escritos por sus hijos e hijas.

 

Política Pública:

  • Fortalecer la formación inicial de los docentes, en relación con la enseñanza de la Escritura.
  • Desarrollar programas de perfeccionamiento en Didáctica de la Escritura para profesores en ejercicio.
  • Destinar recursos para la formación de postgrado de especialistas en Didáctica de la Lectura y Escritura (becas, pasantías, etc.).
  • Promover el desarrollo de proyectos de investigación académicos, que permitan generar evidencia sobre cómo se enseña la Escritura en las escuelas.
  • Fomentar la Escritura a través de concursos nacionales y regionales, y publicaciones para niños y jóvenes.

 

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