Tras casi cuatro años al mando de la Universidad Tecnológica de Chile INACAP Sede La Serena, el ingeniero comercial y master en finanzas se traslada a Santiago para liderar la Sede Maipú.
El día que anunció en el Salón Auditorio de INACAP La Serena que tras un poco más de tres años dejaba su cargo de Vicerrector, Felipe Bravo supo que el sello que se propuso imponer en la institución, había dejado huellas entre los colaboradores de la Sede.
En septiembre del año 2014, Bravo llegaba a La Serena con la ilusión de aportar con su experiencia al desarrollo de una institución que, a su parecer, tenía mucho que decir en cuanto al crecimiento de la Región de Coquimbo. Precedido de una carrera ligada principalmente a las finanzas, tuvo que empaparse de todo lo que implica liderar una Universidad tan grande como INACAP y así lograr los objetivos trazados. Todo esto, gracias al apoyo de los directivos, académicos y colaboradores.
“La Serena siempre ha sido una Sede muy especial, con muy buenos resultados en casi todos los procesos en los que participa, por lo que cuando llegué sólo tuve que sumarme a un tren que ya estaba corriendo a una velocidad importante. Cuando llegué, quedé impresionado porque todo desde la reja hacia adentro de este edificio gigante, estaría bajo mi responsabilidad”, reconoce el ingeniero comercial.
Desde el primer día, identificó una Sede que “funcionaba como un reloj”, pero que necesitaba visualizar lo que se hacía puertas adentro y así proyectar ese trabajo hacia la comunidad. “Apenas asumí, tomé como bandera el desafío de lograr que INACAP no estuviese ajeno a la discusión regional sobre ninguno de los temas que son de nuestra competencia. Fue así como empezamos a posicionar a la Sede, a nuestros docentes, estudiantes y directores en el concierto regional, a través de mesas de trabajo, nodos y alianzas. En definitiva, intentamos comprometernos de verdad con el desarrollo regional, planteando nuevas temáticas y potenciando temas como por ejemplo las industrias creativas y el turismo”, señala Bravo.
Fue así, como la institución comenzó a relacionarse en distintos ámbitos con el sector productivo, cultural y educativo de la región. Una de las alianzas más valoradas, fue la creación de la Red VIESCO (Red de Vinculación de Instituciones de Educación Superior de la Región de Coquimbo), mesa de trabajo impulsada justamente por INACAP, y que está compuesta por nueve casas de estudio regionales.
“Otro caso fue el de la Gobernanza del Ecosistema del Emprendimiento Regional, proyecto de CORFO en su origen, que, al ver la capacidad de INACAP para convocar actores de las distintas áreas, con propuestas de valor bastante interesantes, nos propone liderar este trabajo mancomunado durante este año, en conjunto con la Universidad de La Serena y la Universidad Católica del Norte. Siempre he creído que las alianzas son beneficiosas porque te ayudan a fortalecer el quehacer como institución. INACAP tiene carreras que brillan por sí solas, como Mecánica y Gastronomía, pero el reto era ampliar esa mirada hacia el resto de las carreras que impartimos”, indicó el ex Vicerrector.
La cercanía con la gente: un sello distintivo
Al momento de hacer el recuento de su paso por INACAP La Serena, Bravo señala que lo más importante es que durante su periodo como Vicerrector de la Sede, logró generar vínculos estrechos con sus colaboradores, quienes tuvieron la posibilidad de desarrollarse y experimentar un crecimiento en el ámbito laboral.
“Si uno tiene que liderar una institución así de grande, creo que una de las claves es incluir a todos los actores en el proceso y no sólo a quienes toman finalmente las decisiones. Mi mamá fue secretaria del campus oriente de la Universidad Católica por 40 años, entonces yo me crie en los pasillos de esa universidad, de la mano con las personas que hacían los jardines, de los auxiliares, del personal de vigilancia. Con ellos pasé gran parte de mi infancia y creé grandes lazos de amistad. Siempre me he relacionado con todas las personas de manera transversal”, explica.
Asimismo, uno de los conceptos que más se repitieron dentro de sus discursos e intervenciones en distintas instancias fue “la educación transforma vidas”. Según él, esta frase está lejos de ser solamente una declaración de principios, ya que cree con fuerza en esta realidad. “Siempre he dicho que todos los que estamos acá creemos en el sueño que con la educación se pueden cambiar vidas positivamente. La educación es un motor que ayuda a transformar la sociedad y no tenemos ningún derecho a hacerlo mal. Hay que trabajar con la convicción de hacerlo mejor día a día, porque tenemos los sueños de los estudiantes y sus familias en nuestras manos. Eso es algo que nos mueve y motiva a todos los que trabajamos acá”, comenta.
Finalmente, el ex Vicerrector de INACAP La Serena asegura que deja en la región a muchas personas valiosas, llevándose consigo el cariño de todos quienes trabajaron con él durante estos años. “Ha sido impresionante el cariño que me ha demostrado la gente de la Sede, así como también las muestras de afecto y gratitud de gente con la que estamos trabajando en el ecosistema regional en distintos proyectos. A veces, para las personas que venimos del mundo de las finanzas, que es algo duro y frío, nos cuesta emocionarnos, pero lo que viví aquí en INACAP fue muy lindo, fue una decisión que me costó mucho tomar”, concluyó un emocionado Felipe Bravo.