Consolidado de actividad entre enero y abril refleja delicado momento de la industria, la que retrocedió 7,5% en dicho periodo.
La rebaja en las estimaciones de crecimiento que hizo el lunes pasado el Ministerio de Hacienda para nuestra economía de 2,25% a 1,5%, no hacen más que evidenciar la delicada situación por la que atraviesan distintos rubros productivos del país que aportan al Producto Interno Bruto (PIB), quienes han venido desacelerándose sostenidamente en el último año. Prueba de ello es que la construcción nacional completó ocho mediciones negativas y donde en abril tuvo una contracción anual de 4,9%, según el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) que elabora la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Y el panorama regional, especialmente para nuestro territorio, empeora y vuelve a los niveles más preocupantes desde la Crisis Subprime (2009). Esto, porque de acuerdo al Índice de Actividad de la Construcción Regional (Inacor), la Región de Coquimbo completó cuatro mediciones consecutivas marcando negativo. De hecho, desde noviembre del año pasado que no conoce de números positivos (hubo meses donde no se efectuaron mediciones). Si a ello le sumamos que durante el mes de abril tuvo una caída de 5,2% -que contribuyó a convertir a la zona en la de mayor caída en Chile con -7,5% entre enero y abril- la preocupación en el sector se ha incrementado.
Tal como se ha apreciado en las anteriores entregas del Inacor, el mercado habitacional continúa siendo afectado por la anticipación en las compras de inmuebles que provocó la entrada en vigencia del IVA en la vivienda. Ello no sólo ha detenido iniciativas de inversión, sino que también ha generado postergación en las decisiones de compra y rebaja en los precios. “Esto nos ha hecho evaluar los stock que tenemos y ante todo ver cómo se comporta el mercado para ciertos segmentos de precio, donde los más altos han sido los más golpeados”, estimó el presidente del Comité de Vivienda de CChC La Serena, Mauricio Araya.
En esa línea, varias empresas se han cobijado en aquellos proyectos habitacionales que poseen algún tipo de subsidio. El más interesante es el Programa de Integración Social y Territorial (DS-19) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que proveyó a la región en noviembre del año pasado de 17 iniciativas que representan 2.603 soluciones habitacionales. Esto permitió vender unidades, generar mano de obra y entregar capital de trabajo a las empresas.
TRABAS BANCARIAS
La falta de empleo, donde el sector construcción ha visto desaparecer casi 5 mil puestos de trabajo en el último año, no sólo trae problemas para los grupos familiares que pierden un ingreso, sino que se traslapa a otros sectores, como la facilidad de acceder a financiamiento por parte de instituciones bancarias, lo que conlleva a desincentivar inversiones de personas naturales. Si eso lo llevamos a personas jurídicas como compañías, la realidad no dista mucho, lo que se refleja en la baja en las licitaciones de proyectos de mediano plazo en obras de ingeniería, aunque -eso sí- existe una mejor perspectiva en las obras públicas.
Martín Bruna, presidente de CChC La Serena, valoró los esfuerzos públicos por generar proyectos de infraestructura. “Avizoramos un mayor impulso en esa materia éste y el próximo año, por lo que esperamos equiparar la baja en el sector inmobiliario”, precisó. Bruna agregó que en el mercado laboral se aprecia una disponibilidad en la mano de obra, aunque menor a lo registrado en la segunda mitad de 2016, lo que se refleja en pretensiones de rentas más bajas.
Después de la Región de Coquimbo (-7,5% entre enero y abril), las zonas donde más se ha notado la desaceleración de la construcción son la Metropolitana (-7,1%), Antofagasta (-7,0%), O´Higgins (-6,2%) y Atacama (-6,1%).